viernes, 1 de abril de 2011

Rompiendo los Frascos Emocionales


Las cosas viejas pasaron…Si esta palabra del Señor fuera una realidad concreta en la vida de mis hermanos, seguramente ninguno de ellos necesitarían del ministerio no bíblico de moda: la sanidad interior.

Pero porque evidentemente esas cosas viejas no siempre han pasado sino que, muy por el contrario, siguen demasiado vigentes, activas y dolorosas en la vida de muchos hermanos fieles, es que nos vemos en la necesidad de encarar el tema con las mejores y mayores armas santas.

(Lucas 7: 36)= Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.

No vale la pena preguntarnos por qué Jesús acudió a esa casa sin ninguna clase de inconvenientes ni discriminaciones. Era Jesús y sabía muy bien lo que estaba haciendo. Pero más allá de su amor manifiesto, hay en esta visita una lección concreta para ser aprendida.

Jesús sabía que el fariseo, por mejor conceptuado que estuviera dentro de sus pares y del círculo social en el que se movía, padecía el mismo dilema que muchos hoy todavía experimentan: el rechazo, la desaprobación y la marginación.

¿Qué es lo que lleva a una persona a vivir pendiente de la aprobación de los demás, de la pareja, del jefe? ¿Qué es lo que lleva a una persona frente a una figura de autoridad a temblar o tener dificultades para comunicarse o relacionarse? ¿Qué es lo que lleva a una persona a vivir pendiente de las opiniones de los otros?


El rechazo.

Cuando una persona es rechazada, dentro de sí, se va a activar inmediatamente la búsqueda de aprobación de parte de los demás. Esto se manifiesta claramente en cualquier lugar de nuestra sociedad activa, pero lamentablemente también se manifiesta en el sitio donde jamás debería aparecer: en la iglesia de los cristianos.

Hay dos tipos de rechazos:

1. El directo:"no servís", "no vales", "no te quiero", "ojalá que te mueras"
2. El indirecto: es el rechazo sutil. Por ejemplo: "Cuando un padre esperaba un hijo varón y vino una nena"; "O en tu casa nunca preguntaban tu opinión"; "Cuando alguien te miraba con una risita burlona o te descalificaba"; "En el día de tu cumpleaños tus hermanos tenían mejores regalos que tú"; "Silencios castigadores"; "No valorar tus aportes".

Rechazo detiene el crecimiento

Dicen los investigadores, los psicólogos, que tú te quedas detenido emocionalmente en la edad en que fuiste rechazado. Por ejemplo si fuiste rechazado a los ocho años, emocionalmente te detuviste a los ocho; si fuiste rechazado a los once, te detuviste a esa edad.

Por eso, vemos mucha gente que intelectualmente es brillante, que puede estudiar, alcanzar doctorados y avanzar, pero afectivamente son inmaduros y no pueden consolidar una pareja, no pueden criar a sus hijos, no pueden tener estabilidad emocional.

Entonces es cuando surge la pregunta: ¿Cómo puede ser que esa persona es tan brillante intelectualmente, tan buena para los negocios, para los números y sin embargo es tan desastrosa en el área de las emociones?

Hay una explicación muy simple y para nada enredada con profundidades intelectuales o científicas: Es que el área intelectual sigue desarrollándose, pero el área afectiva queda detenida en la etapa en que fue rechazado.

Las personas rechazadas tienen conductas infantiles, acordes con la edad del rechazo. Comienzan la vida con una hipersensibilidad muy grande, todo lo que les sucede lo leen como rechazo.

Si alguien cuenta un chiste, inmediatamente piensan que se está burlando de ellos; si alguien no los saludó piensan que los están rechazando; si alguien no los considera creen que, otra vez, se están burlando de ellos.

Porque quedan tan hipersensibles que todo lo que les sucede lo leen como un nuevo rechazo; por eso no se involucran, miran desde lejos, analizan, observan, no quieren intimar, no quieren meterse en un grupo, no quieren establecer relaciones con otra persona por miedo a ser rechazados nuevamente...

Hay un sector compuesto por gente que no acude a ninguna congregación cristiana que lo hace por esta incapacidad y no por haber descubierto la falsedad babilónica. Se trata de gente que aún es inmadura y nada tiene que ver con los que han salido por decisión madura y sobria.

La gente rechazada también desarrolla un espíritu crítico: critica, analiza, descalifica, cuestiona, opina -siempre negativamente- de todo lo que sucede; son personas que necesitan rebajar a los demás y automáticamente se sienten en un plano superior.

Atacan, porque tienen tanto miedo de ser nuevamente rechazados, que antes de que los rechacen, rechazan ellos. Van a cuestionar todo lo bueno que tú hayas hecho, la ayuda que les hayas dado, la atención que les brindaste, el amor que les expresaste; te descalificarán para que te cause enojo, porque una cosa es que te critiquen algo malo y otra que te critiquen algo que hiciste bien, cuando abriste tu corazón, ayudaste a alguien y eso te causa enorme enojo.

La gente rechazada siempre va a empujar para que lo vuelvan a rechazar, provocarán molestar al otro para ser rechazados nuevamente. Son personas que se acuerdan de los errores de los demás, tienen una memoria brillante y recuerdan día, hora, fecha, evento en el cual les dijeron lo que les dijeron, les hicieron lo que les hicieron.

Simón el fariseo representa a los que rechazan. Éste hombre, un legalista, invitó a Jesús a su casa. Jesús fue a la casa porque había un propósito, no era encontrarse con Simón sino con la mujer pecadora.

Cuando entró la mujer prostituta – No son pocos los teólogos que sostienen que era María Magdalena -, tomó un frasco de perfume y lo rompió a los pies de Jesús, y el fariseo pensó para sí: "Si supiese quien lo está tocando no la dejaría, me parece que no es tan profeta".

Jesús sabiendo lo que el fariseo pensaba le dijo: "Simón quiero contarte una historia - Estaban comiendo -, una persona tenía dos deudas, uno le debía quinientos y el otro le debía cincuenta, los perdonó a ambos. ¿Cuál de los dos lo va a amar más?"

Y el fariseo le dijo: "Bueno, aquél a quien más se le perdonó".

-"Vine a tu casa y lo único que hiciste fue pensar en rechazar a esta mujer, no me diste un beso, no me lavaste los pies, no me diste agua, ni nada, pero ella me dio todo".

Sabemos que María Magdalena era prostituta, que estaba loca emocionalmente, tenía siete demonios; o sea era una mujer desestabilizada emocionalmente, estaba estigmatizada, nadie la quería, era la prostituta de Magdala, un pueblucho.

Es decir una mujer que no tenía historia, no tenía cultura, rechazada y además todo lo que hacía, era leído como que, lo hacía para conquistar a un hombre; porque cuando ella derramó el perfume, Simón pensó que lo hizo para seducir a Jesús.

Una persona rechazada buscará obsesivamente la aprobación de los demás.

Se caracteriza por ser:


Cíclica emocionalmente:

Si a una persona la felicitan o reconocen, está bien de ánimo, pero el día que la desaprueban, está mal. Como vive de la aprobación y de la opinión de los demás, un día está arriba y otro día está abajo anímicamente.


Propenso al dolor emocional:

Hoy se siente bien y mañana mal. La aprobación pasa a ser como una droga necesaria.

Tener un pánico muy grande a fracasar:

Equivocarse o fracasar es igual a "no me van a aprobar", "no sirvo", "me van a rechazar". No se permiten equivocarse ni toleran lo errores de los demás.

Necesitar títulos:

El reconocimiento, la "chapa", la posición. Eso les hace sentir ilusoriamente que ya no son más rechazados. Esto nos hace recapacitar muy seriamente en los currículum que se exigen dentro de las organizaciones cristianas. ¿Acaso han sido idea de gente rechazada?

Todo lo que consigas agradando a los demás, necesitarás vivir agradando a otros para seguir manteniéndolo.

Eso es una atadura terrible en la cual mucha gente está cautiva.

Una mujer que fue rechazada va a buscar la aprobación de su pareja, va a tratar de que ese hombre le dé lo que no recibió en su casa, y va a recurrir al autoengaño: "Sí, él mintió a otras mujeres pero a mí nunca me mentiría".

El mito de que "conmigo es distinto", es mentira; porque el que mintió a otra persona también te va a mentir a vos. "Sí, mi marido miente, pero a mí me ama y es lo que importa"

-¿Y cómo sabes que te ama?

-"Porque me lo dijo"

-Y si miente.

-"Sí, él miente pero es víctima de las circunstancias, ¡pobrecito!" "Sí, él miente pero yo lo puedo cambiar". "Sí, él miente pero es por culpa mía".

La cruz me enseña que estoy aprobado por Dios, y no necesito ganarme la aprobación de nadie.
La cruz me enseña que estoy bendecido, redimido, salvo, justificado, perdonado, liberado por Dios.

¡No necesito agradar a nadie más!

Dios te ve aceptado en Jesucristo, porque Él murió en la cruz para que estemos aprobados para siempre. Eso quiere decir que Jesús fue un maldito; porque en la cruz se hizo maldición por nosotros, Él cargó con toda la maldición.

Dice Pablo que Él se hizo pecado por nosotros.


Jesús no murió en pecado sino que fue hecho pecado

Lo cargó en la cruz por eso el Padre se dio vuelta, y el Hijo clamó "Padre, por qué me has desamparado". Hubo una fractura misteriosa en la Trinidad porque Jesús estaba cargando con el cáncer, con la miseria, con el pecado, con la muerte, con la enfermedad, con el rechazo, con la violación, Él lo llevó todo en la cruz para que seamos aprobados por Dios. Y hoy estamos celebrando el poder de la cruz de Jesucristo.

Pablo que era un teólogo poderoso, utiliza tres palabras para explicar qué pasó en la cruz del Calvario:

1. Redimió:esta palabra se usaba para los prisioneros que quedaban atados en el campo de batalla, prisioneros de los enemigos. Así que lo primero que sucedió cuando Cristo murió, Él nos redimió, nos libró del poder del maligno.
2. Compró:significa que alguien fue secuestrado y alguien pagó el precio para ser liberado y ahora tienes un nuevo dueño. ¡Qué maravilloso lo que pasó en la cruz! Cristo murió para redimirte, para que seas libre de lo malo, para que ahora tu dueño no sea la maldad y Él sea tu dueño por siempre y para siempre.
3. Justificado:quiere decir que estás hecho libre para hacer cosas buenas.

No solamente Jesús nos libró de lo malo y Él es nuestro dueño sino que estamos justificados, habilitados, capacitados para cumplir todo lo que Dios ponga en nuestro corazón.

La imagen es como un batallón de gente que está caminando y hay una mina poderosa adelante y uno de los soldados dice: "Quédense aquí, yo voy a echarme sobre la mina". Se echa, la mina explota y lo revienta en mil pedazos. Detrás pasa el pelotón y esa persona llevó en sí la muerte de todos los que tendrían que haber muerto.

Eso es lo que hizo Jesús, echó sobre sí todos los pecados en la cruz, porque todos merecíamos morir. Es importante que sepas esto. Pablo dice "Si Dios no escatimó ni a su propio hijo, sino que lo entregó en la cruz por todos nosotros, cómo no nos dará con Él todas las cosas".

Si Dios te entregó a Jesucristo, cómo no te dará el vehículo que necesitas, cómo no te dará la sanidad que estás pidiendo, cómo no te dará la familia por la que estás orando. Ya no necesitamos agradar a nadie, buscar la aprobación de nadie, porque Él murió y nos ha abierto el cielo y ahora estamos aprobados por Dios.

Lea era bizca -el traductor en Génesis pone "de ojos delicados"-, nadie la quería, era rechazada, y ella buscaba la aprobación de todo el mundo. A Jacob le gustaba la hermana, y trabajó siete años para casarse con Raquel. Y el padre Labán, que era un achispado, dijo: "Trabaja siete años que te voy a dar a mi hija". Labán, a la hora del casamiento, le entregó a la hija fea.

En aquel entonces estaban todos cubiertos, tapados. Y cuando Jacob se casó, a la mañana siguiente se encontró que no era la mujer que él amaba. Imagina qué sintió esa mujer al ser despreciada por su esposo. Entonces Lea inició un camino para buscar la aprobación de Jacob y comenzó a darle hijos.

A Jacob no le interesaba y ella seguía dándole hijos, hasta que llegó el momento que Lea se dio cuenta y dijo: "Esta vez alabaré a Jehová". Y le puso a su hijo por nombre Judá, es decir "Alabanza". Y no le dio más hijos a Jacob.


Tiene que haber un momento donde puedas parir algo para Dios.

Ella dijo: "Ahora me voy a ocupar de Dios, hasta acá viví para Jacob, pero ahora lo que logré no será para Jacob sino para Dios".


Repite: A partir de ahora viviré para Dios porque el único que puso las manos y fue a la cruz y murió por mí, fue Jesucristo.

¡Hasta acá viví para los demás y a partir de hoy, viviré para Dios! Si dejas de buscar la aprobación de la gente van a suceder varias cosas:

1-Todas las oraciones serán contestadas

Cuando dejas de buscar la aprobación de la gente salís del plano del alma, del plano afectivo, y empezás a funcionar en el plano de la revelación. Los discípulos le dijeron a Jesús: "Enséñanos a orar" porque veían a Jesús orar y que Dios le contestaba todas las oraciones. ¿Cómo puede ser Señor que Dios te contesta todas las cosas y a nosotros no? Le preguntaron los discípulos.

Porque cuando estás en el plano de la emoción buscando la aprobación, tus oraciones van a ser emocionales y vas a orar fantasía de fe. O sea, oraciones sin sentido, que Dios no te concederá porque son verdaderas estupideces; entonces te frustrás, y empezás a vivir en la fantasía de la emoción.

Nos enseñaron que orar era hablar con Dios y eso es mentira.

Nos dijeron: "Dios es tu amigo, abríle tu corazón y lo que te salga, decíselo". Mentira. Porque cuando oras a Dios como tu amigo, hablas tu emoción, por eso Dios no te contesta.


Oración no es moverme en el plano de la emoción sino ponerme de acuerdo con lo que Dios dice.

"Padre, me pongo de acuerdo y por las llagas de Jesucristo estoy sano".

"Padre declaro que iré de gloria en gloria".

"Señor, estoy orándote y declaro que un espíritu de sabiduría y revelación hay sobre mí y todo lo que haga me saldrá bien".

Te pones de acuerdo con Dios y todas tus oraciones son contestadas.

Cuando te mueves en el plano de la aprobación tus oraciones son emoción, pero cuando te mueves en el plano de la revelación, dejas de buscar la emoción y hablas lo que Dios dice: "Toda mi casa es salva en el poder de Jesucristo"

Y cuando viene el diablo le decís: "Diablo, te recuerdo que sos mi alfombra porque Jesús te puso debajo de mis pies". Y cuando viene a tu casa, te golpea y te dice: "Vengo a traerte miseria, ¿está Juanita?" Le contestas: "Juanita no vive aquí, Cristo vive".

Y te mueves con autoridad, en revelación, hablas lo que Dios está hablando; porque cuando te mueves por fe, todo lo que pidas con fe "Él te lo dará".

2-Activaré la creatividad divina


Cuando no buscás la aprobación de la gente porque ya estás aprobado, saliste del sistema.

No somos creativos por miedo a las burlas. La gente te quiere meter en el sistema para lastimarte, pero cuando dejas de buscar su aprobación porque Dios ya te aprobó, estás fuera del sistema. Dios usa a la gente que está fuera del sistema.

María Magdalena era una prostituta que estaba fuera del sistema, era una mujer ungida por Dios y fue la primera en enterarse de la resurrección de Cristo.

Jesús dijo: “Había muchas viudas en la época de Elías, pero fue a la de Sarepta". Porque estaba fuera del sistema. "Había muchos leprosos, pero Eliseo sanó a Naamán que no era del pueblo de Israel". Porque estaba fuera del sistema.

Porque si buscas agradar a la gente, vas a hacer lo que la gente espera de ti y vas a tener los resultados que la gente tiene; pero cuando te animas a salir del sistema, Dios te va a bendecir.

Los fariseos sabían las Escrituras de memoria, pero vinieron unos sabios del Oriente viendo la estrella y siguiéndola llegaron donde Jesús había nacido. ¿No tendrían los fariseos que haber sabido cuándo Jesús nacería? ¿Por qué no lo descubrieron?

Sí, pero no lo descubrieron porque estaban metidos en el sistema religioso y Dios tuvo que levantar gente de otro sistema. La gente que salga del sistema, será revelada por Dios, llegará a lugares nuevos y traerá bendición.

¡Anímate! No importa si se burlan de ti.

Si Dios te dio un sueño, ese sueño se tiene que cumplir.

Si Dios te dio una idea, no importa que se rían, hoy se ríen, mañana te pedirán trabajo.
Sal del sistema, sé distinto, obedece a Dios.

3- Seré libre de las críticas

No te molestarán las críticas, porque como ya no te importa la aprobación, tampoco te importa el rechazo. Si el rechazo te duele es porque te importa la aprobación, pero cuando se te revela que Jesús murió en la cruz y te dio todo para redimirte, justificarte y salvarte, y que ahora está aprobada en Cristo, ya no necesitás la aprobación de nadie y la gente no podrá lastimarte nunca más.

En Mateo 7:3 dice Jesús: "¿Por que te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?

¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Dejáme sacarte la astilla cuando vos tenés una viga?" ¡Hipócrita! Sacáte primero vos el pedazo de tronco y después ayudá a tu hermano.

Toda persona que te critica la astilla en tu ojo, es porque tiene un tronco en su ojo. El tronco en el ojo significa que no tiene visión. Por eso nunca te tiene que importar el que te critica porque no tiene visión para hablarte y el que no tiene sueños no tiene autoridad para aconsejarte.

Nunca dejes que alguien que tiene una viga en el ojo te quiera ayudar, porque te puede lastimar. La gente que tiene sueños de Dios, es la que Dios levantó -no para criticarte- para corregirte. Porque los mediocres, critican; los mentores, corrigen.

El crítico tiene una viga en su ojo, el mentor fue libre de su viga y ahora puede acompañarte.
Sé libre de la gente que tiene ramas en los ojos.

4- Seré libre de mis debilidades.

Todos tenemos debilidades, errores, fracasos y nos hemos equivocado más de una vez.
Los cristianos perfectos son como recipientes en los que está la luz de Cristo en su interior pero no la dejan ver.

Los cristianos agujereados por los errores, con debilidades, con problemas, con dificultades dejarán que el Señor brille. No importa las debilidades que tengas, Dios está dentro de vos y te va a usar así. El Señor brilla por tus debilidades, a través de tus errores Él se va a manifestar.

No busques la aprobación de la gente, ya estás aprobado por el Señor; salí del sistema, atrevéte a ser distinto aunque te juzguen y critiquen, confesá la Palabra de fe, y:

1- Dios te dará un espíritu de conquista

María Magdalena entró en la casa y se produjo un silencio, porque ella era prostituta. Fue directamente a los pies del Señor, empezó a llorar y enjugó sus lágrimas. Porque cuando eres un conquistador, cuando sabes que Dios te ha aprobado, no le pides permiso a nadie, no importan los comentarios que haya en la atmósfera; ella no fue a buscar la aprobación de nadie, fue a adorar a su Señor.

Desarrolla el espíritu de conquista y adora a tu Señor.

2- Nunca te olvides de dónde has salido

Simón se hizo religioso porque se olvidó de dónde salió. Nunca te olvides de dónde te sacó el Señor, cómo estabas cuando Él vino a buscarte, porque al que mucho se le perdona, mucho ama.

Hay gente que tendría que haberse muerto en el día del parto, pero hubo gente que oró por ellos y se salvaron.

Hay ladrones que otros ladrones tendrían que haberlos matado, pero alguien oró por ellos.
Hay personas que se podrían haber suicidado, pero hoy están aquí porque alguien oró. Nunca olvides de dónde Dios te sacó.

3- Dios redimirá todo mi pasado y seré usado por Él

¿De dónde sacó el frasco de perfume la mujer? De todos los hombres con los que había salido, ¡Era millonaria! Todos la conocían porque se había acostado con todos, pero Jesús no le preguntó: ¿De dónde sacaste el dinero? Él recibió el perfume. Porque en Dios se redimen todas las cosas, aun lo que fue malo Dios lo cambiará en bendición.

Jesús nunca levantó una ofrenda, porque había mujeres (Lucas 8), como ésta, que sostenían el ministerio. Todo tu pasado será cambiado en un arma poderosa que será usada por Dios para extensión del reino.

4- Yo determinaré la atmósfera donde estoy

Ella entró y rompió el frasco; no lo abrió, lo rompió, y la casa se lleno del perfume.
Simón empezó a criticarla pero a ella no le importó. Simón no determina la atmósfera donde estás, tú la determinas.

No importa que en tu trabajo haya compañeros endemoniados, que te hagan macumba; rompe el frasco y di: "Señor, yo determino la atmósfera en este lugar, y en éste lugar yo adoraré, quebraré mi vida y lo cambiaré en un santuario de alabanza, porque estoy aprobado en ti, estoy bendecido, justificado y redimido, soy salvo y soy tu hijo. ¡Te amo!"

Cuando alguien te hable mal de otra persona, dile "¿Y...cuál es el problema?"

Pablo decía: "Diga el débil, fuerte soy".

Porque los perfectos no brillan con la luz de Cristo, pero los que reconocemos errores, debilidades, a pesar de lo que somos, Dios nos usa porque Dios no nos ha aprobado por lo que hacemos sino porque Cristo venció en la cruz por nosotros para siempre jamás y Satanás fue puesto por alfombra nuestra.

Mantente firme en la Palabra. No negocies con Satanás, dile: "Diablo ya he confesado la palabra, mis hijos son de Cristo". Y cuando venga a atacar declara: "No negocio, ya he determinado la Palabra y decretado; y me paro en la palabra de fe".

A María Magdalena cualquier iglesia la hubiera escondido: "no vayas a predicar, ni a evangelizar, porque vas a ser mal testimonio, mal representante del ministerio". Y la Biblia dice que esta mujer, cuando muchos huyeron, ella estuvo en la cruz.


Tienes que saber pararte en la cruz. Porque en la cruz está la victoria, tu bendición.

Y no solamente estuvo en la cruz, estuvo en la tumba vacía y fue la primera en enterarse de que la tumba quedó vacía.

Porque el que sabe pararse en la cruz y recibe la aprobación del Padre, sabe estar en la tumba vacía y sabe que ha resucitado por siempre y para siempre.

Fue la primera, una prostituta, una mujer que nadie quiso.

Jesús le dijo: "Simón, vine a tu casa y no me diste un beso, pero esta mujer que está llorando me besó y lo único que yo quería era un beso".

La gente que sabe que está aprobada por Dios, sabe besar al Señor; pero los que buscan criticar, juzgar, atacar, no saben ser un buen anfitrión de la Presencia de Dios.

En los próximos años la atmósfera de este país la vamos a determinar nosotros como hijos de Dios. La atmósfera en tu trabajo la vas a determinar tú, habrá macumbas, muertes, insultos y desgracias pero donde tú entres, tu frasco, tu vida, será roto y la atmósfera será llena porque cuando tu perfume se mezcla con la presencia del Señor, todo cambia.

Jesús murió y resucitó y estamos aprobados por siempre y para siempre.

Rompe tu frasco y adórale.



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