El apóstol Pablo se regocijaba porque los tesalonicenses se habían convertido "de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera" (1 Tesalonicenses 1:9,10). Pero aunque la espera del regreso de Cristo era algo bueno en sí, surgieron dos problemas. El primero, que se trató en el capítulo 4, era que algunos enseñaban que los creyentes que murieran antes del regreso de Cristo perderían toda la gloria y la bendición. El capítulo 5 revela un segundo problema que es la tentación de averiguar el tiempo de su regreso. Pablo quería que los tesalonicenses tuvieran una actitud vigilante para estar listos para cuando el Señor Jesús regresara.
Comentario Bíblico
I. Se da la seguridad (1 Tesalonicenses 4:13-15)
A. Tenemos una esperanza segura
La Biblia siempre señala el futuro cuando trata asuntos de actualidad. Y aunque el apóstol Pablo estaba muy consciente de la vida moral y la conducta en esta vida, pensaba en la vida venidera, según el maravilloso plan de Dios que traerá a Jesús de nuevo a la tierra.
Pregunta: ¿Por qué estaban en peligro los creyentes tesalonicenses de entristecerse como los que no tenían esperanza?
Los cristianos en Tesalónica habían aceptado las promesas de Dios y habían puesto su esperanza en Cristo. Esperaban ansiosos el regreso de Cristo del cielo. Tenían la seguridad de que cuando El viniera, recibirían nuevo cuerpo, inmortal e incorruptible. Sin embargo, ellos habían salido de la religión griega con costumbres paganas que enseñaban que todos los muertos entraban en un mundo oscuro de los espíritus, del cual no había escape. Aparentemente esas antiguas ideas griegas tenían cierta influencia aun en algunos cristianos. Concluyeron falsamente que si alguien moría antes del regreso de Jesús, no participaría de la gloria, la bendición y el gozo de ese evento.
Lamentablemente esta clase de error ocurre de vez en cuando. En años pasados se publicaron algunos libros y tratados que declaraban que una persona no tenía fe si no vivía para ver el arrebatamiento. La mayoría de los que enseñaban eso ya están muertos.
Pablo notó que esa clase de enseñanza errónea en Tesalónica estaba entristeciendo a muchos creyentes que tenían seres queridos que ya habían muerto. En verdad, su tristeza expresaba una desesperación como la de los paganos junto a las tumbas de sus seres amados. En su primera carta, Pablo les dijo la verdad que reemplazaría la desesperación que sentían con una esperanza nueva y segura que jamás les faltaría.
B. Esperanza en la resurrección de Cristo.
Pregunta: ¿Qué nos garantiza la resurrección de Cristo?
La resurrección de Cristo garantiza la esperanza del cristiano. "Si creemos" (1 Tesalonicenses 4:14) no implica dudar de la verdad de la resurrección de Cristo. La palabra "si" en este contexto significa "ya que". El significado es: 'Tan cierto como creen, es seguro que los creyentes que han muerto estarán presentes con Jesús cuando El regrese de nuevo a la tierra."
Tal creencia no es sólo una aceptación mental del hecho de que Jesús resucitó. Implica una identificación personal con Jesús en su muerte y resurrección, ilustrada en el bautismo de agua y llevada a cabo en fiel obediencia a la Palabra del Señor. La seguridad de que Cristo volverá, debe motivar al creyente a examinar su vida.
C. Una palabra segura del Señor
Pregunta: ¿Qué quiere decir Pablo con la "palabra del Señor" en el versículo 15?
Todo lo que Pablo dijo en sus epístolas fue inspirado por el Espíritu Santo, pero aquí. Pablo enfatizó que tenía un mensaje definido y claro del Señor Jesús para respaldar lo que enseñaba (4:15). Jesús le enseñó personalmente a Pablo los hechos relatados en los cuatro Evangelios (vea Gálatas 1:11,12,16,17). Jesús le dijo a Pablo que los que todavía estén vivos cuando El regrese no precederán, (es decir, no se adelantarán ni tendrán más ventajas) a los que murieron con su fe firme en Jesús. (Note que el requisito para ser resucitados y llevados en el arrebatamiento es que al morir estén "en Cristo".)
"Duermen" aquí significa "han muerto," así como Jesús usó la palabra "duerme" en Juan 11:11 y lo explicó en Juan 11:14. Este término se usa para los cristianos porque la muerte del cuerpo no es el fin. En varios lugares, la Biblia muestra que los muertos no están en un estado de "sueño espiritual" (compare Isaías 14:9,10; Mateo 17:3). Los creyentes que han muerto con su fe en Jesús ahora están con Cristo (2 Corintios 5:8) y regresarán triunfantes con El.
II. Arrebatados en las nubes (1 Tesalonicenses 4:16-18; 1 Corintios 15:51,52)
A. Arrebatados juntos
El arrebatamiento será un tiempo emocionante para los creyentes. Jesús descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y trompeta de Dios. Algunos creen que la voz de mando se oirá en el cielo. No se sabe si se oirá en la tierra o no. Es posible que sólo los cristianos la oigan. Lo mismo puede decirse acerca de la voz de arcángel y la trompeta de Dios.
La tradición humana habla de un cierto número de arcángeles. Algunas tradiciones mencionan siete, pero la Biblia sólo menciona a uno como el "arcángel" o el ángel principal, que es Miguel (Judas 9).
El hecho de que Pablo dijera: "Nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire" (versículo 17) no significa que esperara estar vivo cuando Jesús regresara. El entendía que no se puede saber el tiempo y sólo reconocía que todo el que esté vivo no precederá a los muertos. Los creyentes que han muerto viven ahora con Cristo (2 Corintios 5:8). Ellos regresarán con El y se reunirán con sus cuerpo resucitado y transformado.
Pregunta: ¿Cuál es el significado de la palabra "arrebatamiento"?
Ese arrebatamiento repentino que ocurrirá inmediatamente después que los muertos en Cristo sean levantados se refiere en muchas ocasiones como el "rapto". La palabra griega parousia antes significaba "asir" pero su significado cambió a "arrebatar a la fuerza", como el águila que arrebata su victima. Pablo usó este término en 2 Corintios 12:2 cuando habló de su arrebatamiento al tercer cielo. La palabra griega fue traducida al latín "raptis", que dio la palabra castellana "rapto". Un poder mayor que la fuerza de la gravedad y los cohetes que envían naves al espacio, de repente arrebatará a la iglesia y la llevará a las nubes para encontrar a Cristo.
Pregunta: ¿Cual es el requisito para ser arrebatado?
El énfasis debe ponerse en la palabra "juntamente". El arrebatamiento será en un momento, en un solo grupo. Pablo jamás menciona una serie de raptos, ni raptos especiales para los que sean más "santos" que los creyentes comunes. Para los creyentes que todavía estén vivos, el único requisito para ir en el arrebatamiento es vivir en Cristo.
Pablo no da muchos detalles aquí acerca de lo que ocurrirá después del arrebatamiento. El sólo dice que se deben usar estas palabras, esta verdad, para aliento mutuo.
B. Transformados en un instante
Cada uno cambia paulatinamente durante toda su vida. Sin embargo, el cuerpo mantiene su identidad única aunque la mayoría de sus elementos químicos se reemplazan cada siete años. La Biblia enseña que el cuerpo nuevo, cuando sea resucitado, tendrá su identidad anterior, pero estará vestido de una nueva creación que Dios tiene reservada para sus hijos.
Pregunta: ¿Cuál es el significado de la comparación del cuerpo con un grano de trigo?
Pablo comparó lo que sucederá a los creyentes con un grano de trigo que se siembra en la tierra y crece hasta ser una planta madura de trigo. La planta de trigo tiene la misma identidad que el grano de trigo que fue plantado aunque sus aspectos sean muy diferentes. El nuevo cuerpo será el mismo que fue sepultado, pero será cambiado en la resurrección. El cuerpo glorificado será tan diferente del actual como lo es una planta madura de trigo de un simple grano de trigo.
El cuerpo actual perece, se desgasta y se deteriora, pero será resucitado incorruptible, sin estar sujeto a la descomposición ni a la muerte. El cuerpo actual se sepulta en humillación y deidad, pero será resucitado en gloria y poder; es un cuerpo natural, apto para vivir la vida terrenal y natural, pero será resucitado como cuerpo espiritual. Esto no significa que será irreal, transparente ni fantasmal sino tan real y tangible como el cuerpo actual. Será como el cuerpo resucitado de Cristo, porque seremos semejantes a El cuando le veamos tal como El es (1 Juan 3:2). El cuerpo resucitado será apto para la tierra y el cielo, como el de Cristo.
Todo sucederá en un momento, en un abrir y cerrar de ojos. No habrá tiempo para prepararse. Por esta razón Juan le añade "todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a si mismo, así como él es puro" (1 Juan 3:3). Al considerar lo repentino del arrebatamiento, se debe tener mucho cuidado de no ceder al pecado. No se debe vivir con el temor de que de alguna forma se va a perder la recompensa eterna a causa de un pensamiento malo que pase por la mente en el momento preciso del regreso de Cristo Jesús. El poder del Espíritu Santo para convencer y guiar es apto para conservar a todo cristiano dedicado, pero la persona que piensa que puede continuar viviendo en pecado, y también esperar el arrebatamiento y hacer las paces con Dios, está en un grave error.
III. ¡Hay que velar!:(1 Tesalonicenses 5:1-11)
A ¡Viene en un abrir y cerrar de ojos!
Además de su preocupación por lo que ocurriría a los que murieran antes del arrebatamiento, los tesalonicenses estaban preocupados por la fecha, el tiempo y las señales relacionados con la segunda venida.
Pablo les dijo que no necesitaban que él les escribiera más sobre eso. Ellos tenían las palabras de Jesús (Hechos 1:7,8) y sabían bien que el día del Señor vendría de una manera repentina, inesperada, como un ladrón en la noche. La venida de Cristo Jesús es cierta. La seguridad de su venida que presenta el versículo 2 llama la atención al hecho de que El viene. PREGUNTA: ¿Qué significa el día del Señor?
El día del Señor se identifica aquí con la segunda venida y fue profetizado en el Antiguo Testamento. Los profetas vieron que era un día de juicio sobre todas las naciones (Isaías 22:5; Jeremías 30:7; 46:10; Joel 3:11-15; Sofonías 1:14-16; Malaquías 4:1), pero también seria un tiempo de restauración para Israel y los gentiles creyentes (Isaías 54:2,3; 55:3-5; Ezequiel 47:22,23; Amos 9:9,10). Los profetas vieron que el día del Señor vendría pronto, y cuando llegara ese momento preciso, sería demasiado tarde para arrepentirse y ser salvos (Amos 5:18-20).
Pregunta: ¿Cómo serán engañados los perdidos en el momento del regreso de Cristo?
Pablo indicó en el versículo 3 que los que dicen "Paz y seguridad" serán destruidos repentinamente y no habrá manera cómo lo puedan evitar. Jeremías y Ezequiel también advirtieron contra los que dicen "paz, paz," cuando no existe una verdadera paz. Jeremías los comparó con los que tratan una herida para que se vea mejor en la superficie, pero debajo aún existe la infección que pronto brotará (Jeremías 6:14). Ezequiel los comparó con obreros que edifican una pared con lodo suelto que en poco tiempo se caerá (Ezequiel 13:10,11).
Para recalcar la imposibilidad de que alguien se escape en el día del Señor, Pablo comparó la venida de ese día al nacimiento de un bebé (5:3). Es imposible detener el proceso del nacimiento una vez que empiezan los dolores de parto. La única alternativa es proceder con el parto. El decreto del juicio de Dios será así mismo inevitable.
B. Animando a los creyentes
Pregunta: ¿Porqué dice la Biblia que ese día no sorprenderá a los cristianos como un ladrón?
Las advertencias de Pablo no eran para atemorizar a los creyentes sino para darles ánimo. El día del Señor no les sobrevendrá como ladrón. Esto no significa que el Señor les hará saber la hora de su venida de antemano sino que vivirán de tal manera que cuando El venga, estarán listos. Son hijos de luz que habitan en la presencia de Dios, la luz de su Palabra y del Espíritu Santo, y la luz de Cristo (Efesios 5:14). Sin embargo, deben recordar las advertencias de la Palabra de Dios. Pablo, como Jesús, (Mateo 24:42-44), advierte que hay que observar, velar, ejercer dominio propio y estar firmes. El creyente debe vigilar como el soldado que está armado y listo.
La armadura, incluye la coraza protectora de la fe y el amor, el yelmo de la esperanza segura de salvación para proteger la mente contra los ataques de doctrinas erróneas y mentiras del diablo.
C. No nos ha puesto para ira
Dios no tiene a los creyentes destinados para ira, pues Jesús es su protector de la ira o juicio que vendrá sobre el mundo que ha rechazado a Dios. Pablo explica que los creyentes serán arrebatados para encontrar al Señor en el aire.
El libro de Apocalipsis enseña que los juicios de la Gran Tribulación son de ira (Apocalipsis 6:15-17; 11:18; 15:1,7; 16:1,19; 19:15; vea también Romanos 2:5; Efesios 5:6; Colosenses 3:6). La ira contra el pecado debe venir, porque el reino vendrá sólo por medio de juicio.
Sin embargo, Dios no ha puesto a la iglesia para la ira que vendrá sobre el mundo pecador que rechaza a Cristo sino para salvación. La salvación aquí significa más que conversión. La palabra "salvación" en el versículo 9 se refiere a la herencia que será de los creyentes en su plenitud cuando Jesús regrese. Como en lo concerniente a la verdad del arrebatamiento, los creyentes deben animarse y exhortarse unos a otros con estas palabras. El recuerdo fiel de esas promesas les dará la fortaleza para enfrentarse a las pruebas.
Aplicación
Pablo reconoció que la salvación no se obtiene por méritos propios, sino por el Señor Jesucristo que murió por todos los pecadores, que son limpios, perdonados y libres de toda culpa de pecado cuando lo reciben como su Salvador. Delante de Dios son "inocentes" y nada puede separarlos de El ni de la herencia prometida. Ya que la sangre de Jesús los justificó, también los salvará de la ira venidera por medio de El (Romanos 5:9).
Los que insisten en que la Iglesia permanecerá en la tierra durante la gran tribulación argumentan que la Biblia no promete que los creyentes escaparán de las tribulaciones ni sufrimientos. Sin embargo, la Biblia usa la palabra "tribulación" en dos formas distintas.
A veces significa angustia, dificultad, presión, persecución y agonía del corazón que se sufre en el mundo que está bajo el dominio de Satanás. Es verdad que el creyente sufre esas cosas y Pablo usó la misma palabra en 2 Corintios 4:17 donde se traduce "tribulación". Esta tribulación "produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria."
La ira mencionada en Apocalipsis es la de Dios. Está dirigida especialmente contra el mundo perdido. La esperanza está en Jesús que ha comprado con su sangre a la Iglesia y la eximirá de la tribulación de ese día.
martes, 5 de julio de 2011
Jesús viene
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