En los días de la Iglesia primitiva, el mundo romano estaba infestado de charlatanes vagabundos que andaban por todas partes viendo cómo conseguían dinero y fama para su propio bien personal. Muchos de estos se introducían astutamente en las congregaciones cristianas. Sus charlas o "mensajes" estaban adulterados con filosofías humanas y especulaciones falsas. Varios predicaban algo que parecía evangelio, pero no se exigía el arrepentimiento de pecados ni la consagración a Dios.
Alguien dijo con mucha razón que casi todas las herejías han hecho su aparición en la historia humana cabalgando sobre la verdad. La mentira más peligrosa es aquella que se parece mucho a la verdad. Los mensajes sobre "moralidad" y "religión" no enfrentan ninguna oposición en el mundo. Sin embargo, cuando se predica un evangelio que se inicia en el hombre mediante una transformación total, muchos son los que se oponen. El mundo no quiere oír del Cristo crucificado. Muchos no comprenden que el mensaje de la cruz siempre será una "locura" o escándalo para el mundo. Cuando este mensaje ya no sea un escándalo, habrá perdido su eficacia.
Martín Lutero dijo:
"Cuando cese el escándalo de la cruz, cuando termine la ira de los enemigos del Calvario, cuando todo sea quietud y tranquilidad, eso será una señal de que el mayordomo de la iglesia es el diablo y que se ha perdido la pureza de la doctrina de la Palabra de Dios."
También agregó Lutero:
"Así que no nos asombremos si el infierno se desata contra nosotros. Veámoslo como una feliz indicación de que todo marcha bien con el evangelio de la cruz. Dios no permita que desaparezca la ofensa de la palabra de la cruz."
Exposición Bíblica
I. Una misión sagrada (1 Tesalonicenses 2:1-4).
A. Acusaciones falsas
Pregunta: ¿Qué efecto hizo la persecución en la vida de Pablo y en su mensaje?
El maltrato al que fue sometido Pablo en Filipos por causa del evangelio no redujo al silencio el mensaje del apóstol. Por el contrario, él fue inundado de valor y confianza en Tesalónica como nunca lo había estado. Su predicación era pura en contenido y en intenciones. No había en ella ni sombra de filosofías paganas ni de especulaciones humanas; sin embargo, tuvo que enfrentarse a la más fuerte oposición por parte de judíos y gentiles. Cuando éstos se vieron frustrados por no poder atacar su mensaje, optaron por lanzarse contra el carácter del apóstol.
Enseñanza práctica
Hoy necesitamos un nuevo aprecio de la importancia en la comunicación del evangelio. Para Pablo la proclamación del evangelio era lo más importante del mundo; era su única razón para vivir. En medio de la persecución, burla y la oposición, siguió adelante con la predicación de las buenas nuevas de Cristo. Así es como lo oímos decir: "No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego" (Romanos 1:16).
Nosotros necesitamos saturar nuestra mente con las actitudes, los deseos y las metas que motivaron al apóstol Pablo a lo largo de toda su brillante carrera. Dios puede poner en nuestro corazón los mismos deseos que puso en Pablo. La comunicación del evangelio es el anhelo de Dios. La necesidad de ir en busca de los perdidos y ganarlos para Cristo era la fuerza motivadora de Pablo: "Me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio" (1 Corintios 9:16).
Pregunta: ¿Qué actitud asume usted cuando lo acusan falsamente?
Si quisiéramos condensar las enseñanzas básicas del apóstol Pedro en su primera epístola (2:12; 8:16; 4:12-16) podríamos decir: Cuando los enemigos del evangelio tratan de ridiculizarnos y nos acusan falsamente por la causa de Cristo, lo que debemos hacer es vivir de tal manera que nadie les crea.
Nuestra vida cristiana no tiene que ser fanática para provocar el ataque de los enemigos del evangelio. Las costumbres y normas del cristianismo son diferentes de las del mundo. Cuando una persona es salva y empieza a vivir según la ética cristiana, los incrédulos pueden acusarla de error, de intereses mezquinos y de falsedades, como acusaban a Pablo. Pero contra todas estas calumnias, y frente a la oposición a su mensaje, una cosa resplandecía notablemente: su comportamiento cristiano.
Pregunta: ¿Cuáles son los principales peligros a los que se enfrenta todo maestro o predicador del evangelio?
Por lo menos podemos mencionar aquí dos peligros de los cuales debe estar consciente toda persona que predica o enseña el evangelio. En primer lugar debe siempre tener cuidado de enseñar la verdad de la Palabra de Dios, y no caer en el error de adulterarla con sus opiniones personales. Es fácil enseñar lo que uno piensa, en lugar de decir lo que Dios quiere que se diga. En segundo lugar, la vida del predicador no debe contradecir la verdad que predica. Es interesante lo que dice el apóstol en 1:5: "Nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente." Notemos que no dice "yo vine a vosotros". Pablo era el hombre que se había subordinado a su mensaje para que fuera éste lo más importante.
B. Un ministerio aprobado.
Pablo consideraba la tarea de predicar el evangelio como un privilegio de parte de Dios, como una misión sagrada. Si parafraseáramos el versículo 4 leeríamos: "Fuimos examinados por Dios y se nos consideró aprobados, por lo cual Él nos confió la misión de anunciar el evangelio."
Pregunta: ¿Cuál es el proceso por el cual Dios aprueba a los que comunican el evangelio?
La palabra griega dedokimásmeta de la cual se traduce el término "aprobados" en el versículo 4 significa "considerados a la medida". Esta palabra se usaba a veces para referirse a la medida de la madera o el hierro para las construcciones. Este proceso podía incluir el calentar y enderezar, o incluso la transformación de los metales. Asimismo las altas temperaturas desalojan toda impureza de¡ material y lo hacen firme y resistente. Al final de todo, el hierro o metal quedaba "aprobado" para el trabajo o uso designado.
No debemos sorprendernos cuando nuestra vida pase por experiencias cruciales. El maestro artesano está probando y examinando nuestra vida para ver si somos dignos de que se nos confíe el mensaje de¡ evangelio. El resultado final deseado es que nuestra vida pueda reflejar su gloria (1 Pedro 1:7; 4:12, 13).
Enseñanza práctica
¿Cree usted que Dios lo ha aprobado para que anuncie el evangelio?
Un ministro de cualquier denominación tiene que llenar ciertos requisitos para que le puedan extender una credencial, licencia u ordenación. Pero los ministros con credenciales no son los únicos creyentes aprobados para la comunicación de¡ evangelio. Este procedimiento ministerial de aprobación solamente es una indicación de que Dios ha establecido normas elevadas para determinar quiénes deben ser los portadores de su mensaje al mundo.
Dios ha llamado a todos los creyentes para que cumplan con la gran comisión. Aquellos que consagren su vida y sus habilidades a Dios recibirán su aprobación para ser testigos de¡ evangelio. Pablo estableció esto en su carta a los efesios cuando escribió: "Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados" (Efesios 4:1).
II. Una misión de amor (1 Tesalonicenses 2:5-8).
A. Claridad en sus respuestas.
Pregunta: ¿Cómo se sintió Pablo al darse cuenta de que sus enemigos lo acusaban de andar predicando el evangelio sólo para ver qué podía sacar de ello?
Es muy lamentable, pero cierto, que aun hasta hoy haya muchos que usan el evangelio como un medio para adquirir ganancias materiales. Hasta puede haber una semblanza de santidad y de espiritualidad, cuando realmente lo único que buscan es hacer fortuna y fama con las cosas de Dios. Muchos de los charlatanes de nuestros días saben perfectamente bien cuáles son las cosas a las que el público de hoy responde. Para lograr sus fines utilizan la música, cosas de interés público, novedades, incidentes extraordinarios; pero todo a su manera y para su propio bien. Se aprovechan de la debilidad, la ignorancia, y muchas veces de las emociones de la gente para sus fines deshonestos.
Pablo se consideraba totalmente libre de estas falsas acusaciones. Tan seguro estaba de ello que puso a Dios como testigo de que él no era esa clase de persona. Tres veces se refiere a que sus enemigos sabían muy bien los resultados de la obra misionera que él había realizado en Tesalónica. El hecho mismo de que la predicación haya ido acompañada de persecución, cárcel y sufrimientos era una indicación de que la misma no había sido realizada con fines egoístas o para bien personal de él. El hecho de que Pablo buscara dar gloria a Dios antes que a los hombres bastaba para reconocer que sus motivaciones no eran humanas.
En la misión de proclamar las buenas nuevas es imperativo que la gente escuche el mensaje y preste su atención al Señor más bien que al hombre que lo anuncia.
Pregunta: ¿Qué cosas pudo haber reclamado Pablo para gloriarse en ellas?
Pablo pudo haberse gloriado de su prestigioso trasfondo judío (Filipenses 3:4-8) y de la educación que había recibido a los pies de Gamaliel, el célebre doctor de la ley (Hechos 5:84; 22:3; 1 Corintios 2:1-5). También se establece claramente en 1 Tesalonicenses 2:6 y en otros pasajes que Pablo poseía ciertos derechos apostólicos de que bien pudo haber hecho uso o de los que podía gloriarse, pero no lo hizo así (1 Corintios 9).
La libertad cristiana no consiste en aprovecharnos de las ventajas y privilegios que nos han sido dados, ni pretender ubicaciones especiales entre los hombres. En otras palabras, no vamos en busca de fama y fortuna. La verdadera libertad cristiana consiste en convertirnos en siervos (o esclavos) de Jesucristo.
Pablo respondió a las acusaciones que le hacían explicando que nunca había hecho uso ni siquiera de los privilegios que como apóstol le correspondían para no servir de tropiezo a otros ni estorbar el avance del evangelio. Él estaba dispuesto a luchar porque su vida no contradijera el mensaje que predicaba.
B. Ternura y cuidado
Pablo fue un misionero de corazón. Sin embargo, casi en cada uno de los versículos de esta epístola podemos ver también su amor y su cuidado pastoral hacia estos recién convertidos.
Pregunta: ¿Por qué es tan importante cuidar a los nuevos creyentes?
Los árboles y los arbustos recién transplantados necesitan cuidado y riego durante los primeros días después del transplante, esto es, durante el período de adaptación y ajuste entre un terreno y otro. De la misma manera, los recién convertidos necesitan mayor ayuda durante el período de ajuste a la nueva vida cristiana, porque es el tiempo en que están adaptándose al cambio del terreno del pecado al de la justicia. La oración y el amor que se les demuestre durante este período puede servirles para que no se desalienten.
La palabra "tiernos" que se encuentra en el versículo 7 viene de una expresión griega que no aparece en ninguna otra parte del Nuevo Testamento. Algunos eruditos aseguran que ésta es una palabra tomada del lenguaje usado en el cuidado de infantes.
Esto no quiere decir, sin embargo, que Pablo considerara a los tesalonicenses como bebés en lugar de verlos como creyentes en pleno desarrollo espiritual. Lo que sucedía era que él les tenía un amor tan tierno y afectuoso como el que la madre tiene hacia sus hijos más pequeños.
En todas estas palabras, lo que el apóstol quería decirles era que muy bien pudo haber reclamado sus derechos y esperar que ellos lo sostuvieran, tomándolo como su carga en el Señor (1 Corintios 9:13-18; Números 18:21, 22). Dicho en nuestras propias palabras se expresaría así: "Los amo tanto que jamás he pensado recibir algo como recompensa por mi trabajo entre ustedes. Por eso hemos compartido con toda alegría con ustedes, no sólo el mensaje de evangelio, sino también nuestras propias vidas, nuestras emociones y nuestros sentimientos, porque nos son muy queridos."
Pregunta: ¿Es posible amar el alma de una persona sin amar a la persona misma?
En la comunicación del evangelio es imposible separar el alma del cuerpo del individuo. Tenemos que amar a la gente si queremos que su alma sea salva. Todos los sermones y palabras del mundo acerca del amor cristiano no pueden ocupar el lugar de un acto de bondad en el nombre de Cristo hacia algún necesitado. La Biblia no enseña y el mundo no necesita un "evangelio social". Sin embargo, en cierto sentido estamos ministrando a Cristo cuando demostramos nuestro amor y nuestra preocupación cristiana por aquellos que padecen necesidades. Este bello cuadro del crecimiento del afecto de Pablo hacia estos recién convertidos de Tesalónica debiera también manifestarse en todo cristiano.
III. Una conducta intachable (1 Tesalonicenses 2:9-12).
A. Amor en el comportamiento
Pregunta: ¿Cuáles son los aspectos positivos del evangelio?
En el versículo 6 Pablo enumera las cosas que no hizo ni estaba dispuesto a hacer en relación con su ministerio tesalonicense. En los versículos 7-12, en cambio él presenta una lista de las cosas positivas que caracterizaban su ministerio y su predicación.
Uno de los peligros más grandes de la iglesia de hoy es su inclinación a presentar un evangelio totalmente negativo. Es cierto que existe en la Biblia un número de prohibiciones y negaciones, si se quiere dar un testimonio cristiano eficaz. Sin embargo, la vida cristiana no está compuesta de negaciones y prohibiciones solamente. En ella hay algo más que lo que hacemos o lo que dejamos de hacer. La experiencia cristiana abarca todos los aspectos de la vida humana.
Pablo utilizó dos ejemplos de la vida real para hacerles recordar a los tesalonicenses su ministerio entre ellos. En primer lugar usó la ilustración del amor de una madre. En señalado contraste con las acusaciones que circulaban en contra de su ministerio, declaró que él siempre había cuidado de ellos así como una madre amamanta a sus hijos, o como una "nodriza" cuida de sus propios pequeñuelos. Es un hecho por demás conocido que las madres manifiestan un amor verdaderamente sacrificial por sus hijos, al grado de dar su propia vida por ellos. No podía haber analogía más apropiada para describir el profundo amor que este gran apóstol sentía por los cristianos de Tesalónica. Él estaba dispuesto aun a ofrecer su propia vida (de ser necesario) por aquellos a quienes había conducido al Salvador.
Pregunta: ¿Por qué es necesaria la disciplina en la vida cristiana?
Además de la anterior, Pablo usó también la ilustración del amor de un padre. Era (y sigue siendo) el deber del padre como jefe de familia criar a sus hijos "en disciplina y; amonestación del Señor" (Efesios 6:4). Era él quien tenía que instruir a los hijos en la ley y actuar generalmente como su guía en la vida. Pablo se refiere aquí a las instrucciones y amonestaciones que les dio como su padre espiritual. Así como la madre alimenta a sus hijos, Pablo les dio a los tesalonicenses el sustento para la vida espiritual; pero también así como un padre corrige y gobierna a sus hijos, el apóstol supervisó el desarrollo de la vida espiritual de aquellos creyentes.
La comunicación del evangelio de Cristo no sólo implica una proclamación intrépida del mensaje. También es necesario que haya un verdadero ejemplo viviente y un testimonio que abarque todos los aspectos de la vida. ¿Es real el cristianismo? ¿En verdad satisface la fe cristiana? ¿Vale la pena en realidad servir al Señor? El mundo mantiene sus ojos fijos en la vida de los creyentes para hallar respuestas a estas preguntas.
Enseñanza práctica
El evangelismo y la disciplina cristiana deben ir de la mano a medida que vayamos predicando el evangelio. El conducir a una persona al punto de creer en Cristo es solamente el principio de nuestra responsabilidad como hijos de Dios. Este bebé espiritual, acabado de nacer, puede morir sin el cuidado amoroso y tierno de una "madre" o "nodriza" en el Señor. Y por otro lado, este hijo de Dios puede tener un crecimiento anormal y llegar a ser inútil a menos que cuente con la instrucción y la disciplina de un "padre" espiritual. El ejemplo de Pablo en 1 Tesalonicenses 2:7, 11 demuestra su preocupación por el bienestar permanente de sus recién convertidos.
B. Amor en el trabajo
La Iglesia primitiva estaba bien consciente de la peligrosa actividad de charlatanes y maestros falsos que andaban errantes propagando sus herejías y doctrinas adulteradas. En un manual de la Iglesia primitiva llamado "Las enseñanzas de los doce" se daban varias instrucciones muy interesantes con relación a los maestros itinerantes: "Todo cristiano que venga en el nombre del Señor deberá recibir hospitalidad por el término de dos o tres días; pero si decide quedarse por más tiempo, deberá trabajar. Si rehúsa hacerlo, entonces no es más que uno que hace negocio con su profesión cristiana, o usa el nombre del Señor Jesús para sus fines egoístas, así como quería hacer Simón el mago."
Pablo procuraba con todas sus fuerzas ser independiente en cuanto a su sostenimiento. Hasta iba más allá de lo común para evitar que lo consideraran como un "traficante de Cristo". Aquí en el versículo 9 y en otros pasajes del Nuevo Testamento, como 2 Corintios 11:9; 12:14 lo escuchamos definir su posición: "Trabajando de noche y de día para no ser gravosos a ninguno de vosotros."
Pablo les recordó a los tesalonicenses los trabajos y esfuerzos que realizó mientras se encontraba entre ellos. En su expresión "de noche y de día" quería dar a entender, indudablemente, que sus tareas cotidianas para proveerse los medios necesarios para su sostenimiento y el de los que estaban a su lado, las realizaba desde muy temprano por la mañana hasta después de puesto el sol. Esto no dejaba de ser un poco extraño, ya que era la costumbre de aquellos lugares dejar de trabajar temprano para acostarse a dormir al entrar la noche. Pablo no trabajaba solamente cierto número de horas para luego tomarse un tiempo de .descanso o para su propio entretenimiento. Es probable que sintiera en su corazón que no le quedaba mucho tiempo para hacer lo necesario en la obra que Dios le había encomendado. No sabemos cuántas horas pasaba durante la noche en ferviente oración o tratando de conducir a un alma a los pies de Jesús.
En la tarea de la comunicación del evangelio jamás se debe pensar siquiera en la oportunidad de hacer lo menos posible en la obra del Señor. Tal como lo hiciera el apóstol Pablo, nuestra vida debe verterse completamente en nuestra misión de servir a Cristo.
Enseñanza práctica
¿Cree usted que su vida es un cauce por el cual se comunica el evangelio a los que están a su derredor? Este es el desafío que se nos lanza en el pasaje que hemos estado considerando (1 Tesalonicenses 2:1-12). Pablo consagró todos los días de su vida (a partir de su conversión) a la realización del ministerio evangélico. Todo lo que hacía lo hacía impulsado por este solo propósito.
¿Cómo planifica usted la distribución y el uso de su tiempo? ¿Qué cosas compra o aspira comprar? ¿Cuáles son las cosas que le llaman la atención para ver y hacer? ¿A dónde le gusta ir más? Es muy fácil que todas estas decisiones se hagan pensando solamente en el placer y los gustos personales o en torno a lo que nos hace sentir bien. A veces centramos nuestras acciones con miras de alcanzar nuestras propias metas para llegar al final de una carrera. Pero el desafío que encontramos en la vida del apóstol Pablo es entregarnos totalmente a su obra y dar lo mejor de nuestra vida para la comunicación del evangelio.
miércoles, 20 de julio de 2011
La comunicación del evangelio
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