viernes, 29 de abril de 2011

No revoques con barro...

Lo que sigue, se trata de una potente voz de advertencia que clamó en el más sombrío cautiverio. De una guía en medio de la desolación y el quebrantamiento. Una esperanza proclamada por sobre la peor de las crisis: la pestilencia, el hambre y la espada. Un ungido, actual y urgente mensaje de Dios que hoy - con toda claridad- llega hasta nosotros. Un mensaje con la misma unción del Espíritu que acompañó a Israel, la nación que es sinónimo de oprobio, escarnio, escarmiento y espanto.

En primera instancia, es preciso señalar que la Biblia y, también, diversos hechos históricos demuestran que el pueblo escogido de Dios alcanzó su apogeo como nación, con David y Salomón. Fue un reino grande y poderoso, pero enseguida llegó la decadencia, la ruina y la muerte. Durante el reinado de Roboam, hijo de Salomón, el pueblo se dividió en el reino del Norte, Israel, y el reino del Sur, Judá.

Ambos reinos siguieron el mismo y caótico final, cayeron cautivos en manos de naciones enemigas. Israel, compuesta por diez tribus, duró unos doscientos años y sufrió el cautiverio de Asiria. Judá, en el Sur, compuesta por dos tribus, duró poco más de 300 años y fue llevada cautiva por Babilonia.

Por otra parte, no debemos ignorar que los imperios opresores fueron dos enemigos muy poderosos. Asiria, un imperio mundial que dominó todo el valle del Eufrates, incendió a Babilonia, hostigó a Israel, atacó a Judá y llegó hasta Egipto. Su grandeza duró unos 300 años. Eran crueles e idólatras guerreros, vivían de los saqueos, mutilaban a sus prisioneros y aun los desollaban vivos.

Babilonia, también fue una potencia mundial, ya desde los tiempos de Abraham. Aunque sufrió épocas de decadencia, sobre todo frente a Asiria, resurgió con gran fuerza. Destruyó a Nínive, arrasó a Judá. Su esplendor duró unos cien años. Eran politeístas, se le conocen más de 2500 dioses. Se dedicaron a la astrología, a la adivinación y a los horóscopos. En el simbolismo de la Biblia, Babilonia representa la esfera de la religión falsa y del poder corrupto.

Sin embargo, en ese trance de opresión, desesperación y dolor, Dios levantó al profeta Ezequiel, para que sea su portavoz, entre los desalentados cautivos de Judá, en el periodo Babilónico. Era la voz que le recordaba a Israel la razón por las cuales le habían sobrevenido todas estas calamidades...

Ezequiel profetizó, en la tierra de los Caldeos, en la segunda deportación, (de las tres deportaciones que tuvo Judá), durante el reinado de Joaquín, en donde fueron saqueados el templo y los tesoros del palacio. Si bien eran tratados más como colonos que como esclavos, fueron años de sufrimiento, de lágrimas. Estaban sin hogar, sin tierra, sin rey, sin nación, sin templo. Sencilla y tremendamente porque pecaron. Ezequiel profetizó, y su mensaje continúa vigente para nosotros. Ezequiel habló palabra verdadera de Dios, en medio de incredulidad e impostores y decadentes profetas falsos.


¿Qué significaba ser "profeta de Dios"?

Sólo una vez, Dios había hablado directamente a su pueblo, de ahí en más, y a pedido de ellos, (Deuteronomio 5:24 a 27) lo hizo a través de sus portavoces: los profetas. En el hebreo, profeta es "Nahbi" o "Nabi", que significa hervir, burbujear, es el hombre que está bajo la influencia de algo exterior, está inspirado, henchido, hace declaraciones bajo la influencia del Espíritu Santo. Los profetas del Antiguo Testamento (A.T.) fueron llamados: hombre de Dios, varón de Dios, siervo de Dios, mensajero, declarante de la Palabra de Dios, portador de cargas, predicador, intérprete y atalaya.

Los profetas de Dios predicaban, predecían y denunciaban para rescatar a la nación de su idolatría y maldad. Si no se arrepentían, les anunciaban que serían destruidos, pero, eso sí, ese anuncio siempre venía con la confirmación de que no todo sería destruido, un remanente se salvaría.

Como toda la Biblia, el mensaje de los profetas del A.T. tiene un contenido actual y vivo para nosotros. Dios nos habla HOY a través de ellos. Encontramos advertencia, exhortación, clamor, amonestación, consolación y promesas fieles.


Ezequiel, un verdadero profeta de Dios

Ezequiel era un sacerdote y auténtico profeta de Dios, fruto del poder y la autoridad del Espíritu Santo. Su nombre significa "Dios fortalece" o "la fuerza de Dios". Ezequiel estuvo 22 años profetizando a un pueblo que estaba en total estado de rebeldía. Dios le había advertido que su tarea sería muy difícil.

(Ezequiel 2:3 a 8) - "... te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes... a hijos de duro rostro y empedernido corazón... son una casa rebelde... no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones...".

El pueblo estaba ciego y sordo, no escuchaba más a los verdaderos profetas de Jehová. Vea también: Ezequiel 3:16-21 y 33:1-9.
Ezequiel fue contemporáneo del profeta Daniel. Cuando llegó cautivo a Babilonia, Daniel ya estaba en cautiverio, hacía nueve años. Daniel vivía en el palacio y Ezequiel en el campo. Quizás se vieron a menudo.

Para comunicar sus mensajes, Dios le ordenó a Ezequiel usar métodos muy especiales: habló a través de representaciones simbólicas, alegorías, parábolas, poemas, refranes y lecciones objetivas. En una de ellas, por la enorme contaminación del pueblo, Dios le ordenó hacer panes cocidos con estiércol humano -(aunque después le permitió usar estiércol de bueyes)- para hacerles evidente sus pecados y entregar así un terrible mensaje divino. (Ezequiel Capítulo 4).

Ezequiel denunció pecados, anunció juicios y anticipó una restauración. Por su carácter sólido y vehemente, las condenaciones fueron fuertes y severas. Predicó lo inevitable del castigo a Judá, por los pecados de ellos. Sin embargo, Ezequiel, fue el gran profeta de la Restauración.


¿La situación de aquel entonces era similar a la actual?

En el capítulo 8 del libro Ezequiel, se nos da un panorama de la situación moral del pueblo escogido. El establecimiento de la idolatría en todo el templo, aún en el lugar santísimo, era total.

(Ezequiel 8:9) - "Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí".

Horripila comprobar las terribles abominaciones de Judá. Ancianos, sacerdotes, príncipes. Todos, todos dieron la espalda a Dios. Los habitantes de Jerusalén participaron en vergonzosos cultos paganos, adoraban a la diosa griega Adonis y también al sol, entre otros. Es más, Ezequiel vio, en revelaciones de Dios, cómo los ancianos de Israel pensaban: "Jehová no nos ve" y hacían lo malo, en tinieblas, en lo oculto.

En el capítulo 22, Ezequiel enumera algunos de los pecados cometidos por Judá, más precisamente: Jerusalén, la ciudad derramadora de sangre.
- Idolatría (22:4) "... te has contaminado con los ídolos que hiciste".
- Violencia e injusticia social (22:6) - "He aquí los príncipes de Israel, cada uno según su poder, se esfuerzan en derramar sangre".
- Se alejaron de la presencia de Dios y violaron su pacto. (22:8) - "Mis santuarios menospreciasteis, y mis días de reposo has profanado".
- Cometieron todo tipo de depravaciones sexuales (22:11) - "Cada uno hizo abominación con la mujer su prójimo, cada uno contaminó pervertidamente a su nuera, y cada uno violó en ti a su hermana, hija de su padre".
- No había misericordia (22:12) - "Precio recibieron en ti para derramar sangre, interés y usura tomaste, y a tus prójimos defraudaste con violencia; te olvidaste de mí dice Jehová el Señor".
- No había quien representase al pueblo delante Dios y a Dios delante del pueblo (22:26) - "Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios, entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis días de reposo apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos".
- Corrupción económica (22:27) - "Sus príncipes... son como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancias injustas".
- Los profetas hablaron mentira (22:28) - "Y sus profetas recubrían con lodo suelto, profetizándoles vanidad y adivinándoles mentira... ".
- Oprimían al débil y cometían robo (Ezequiel 22:29)


Profetizaron falsas esperanzas

Ante semejante panorama de rebeldía y pecado ¿alguien se animaría a hablar palabras lisonjeras, de su propio corazón para alentar a semejantes pecadores? Sí, los falsos profetas. Entre los cautivos, comenzaron a hacer correr falsos rumores y vanas ilusiones de un pronto regreso a Jerusalén. Mentirosas esperanzas dichas por falsos profetas que usaban su propio razonamiento y no escuchaban a Dios. Ezequiel, con poder en el Espíritu, se levantó contra esas mentiras, llevando ahora si, la Palabra verdadera, la que viene de Dios, no la que surge de los corazones:

(Ezequiel 13:2-5) - "... Oíd palabra de Jehová. ¡Ay de los profetas insensatos que andan en pos de su propio espíritu y nada han visto!"

Metafóricamente podemos decir que el pecado de Judá abrió una brecha, horrenda abertura, en su muralla protectora. Brecha, del hebreo "perets", significa una grieta en la muralla. Allí, para que no penetrasen los intrusos, alguien debía vigilar hasta que se reparara la grieta. Note que no solamente no cuidaron la brecha, sino que tampoco edificaron muro alrededor de la casa de Israel.

(Ezequiel 13: 5) - "No habéis subidos a las brechas, ni habéis edificado muro alrededor de la casa de Israel, para que resista firme en la batalla en el día de Jehová."

Dios buscó un intercesor y no lo halló:

(Ezequiel 22:30) - "Y busqué entre ellos hombres que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí y, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé".

Por lo tanto, Dios manifestó su ira contra los falsos profetas, castigándolos: perderán el lugar de honor que ocupan, sus nombres serán borrados y no volverán del exilio.

(Ezequiel 13:6 y 8) - "Vieron vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: Ha dicho Jehová, y Jehová no los envió... He aquí yo estoy contra vosotros por cuanto habéis hablado vanidad, y habéis visto mentira, por tanto, he aquí yo estoy contra vosotros, dice Jehová el Señor. Estará mi mano contra ellos, no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán".

No revoques con barro la pared que no existe

Veamos qué significa esta advertencia: (Ezequiel 13:10 y 11) "Sí, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz, y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto, di a los recubridores con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia torrencial, y enviaré piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá. ...".

(Ezequiel 13:14-16) "Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová.

Cumpliré así mi furor en la pared y en los que la recubrieron con lodo suelto; y os diré: No existe la pared, ni los que la recubrieron.

los profetas de Israel que profetizaron acerca de Jerusalén, y ven para ella visión de paz, no habiendo paz, dice Jehová el Señor".

¿Encontramos una contradicción? Veamos. Mas arriba, en Ezequiel 13:5, leímos que el Señor les reclamó que no habían construido el muro alrededor de Israel. Y ahora, Dios menciona una pared edificada que fue recubierta con lodo suelto. Aquí es donde aparece esa aparente contradicción que puede ser explicada fácilmente. Note que Dios no reconoce esa edificación como suya, es más, dice que es en CONTRA de él. Dictamina: la "desbarataré, la echaré, caerá," y finalmente la consumirá, junto a los que la recubrieron con lodo suelto: los profetas de Israel que profetizaron mentira. Pero ¿Qué significa esto para nosotros? Creo que el mensaje de advertencia es claro.

En primer lugar, debemos considerar qué estamos edificando. Dios dice "NO existe la pared" que estás edificando fuera de mi voluntad. Porque si Dios no edifica la casa, en vano trabajan los edificadores. Puede ser un buen proyecto, una interesante idea y tener visos de ser algo bueno. Pero si Dios no te mandó a edificarla, sencillamente no existe. Porque Dios la desbaratará, la echará y destruirá hasta los cimientos. Lo que estás edificando por tu propia cuenta no tiene ningún valor positivo para Dios, dentro de su voluntad perfecta. En otras palabras, esa "pared", en la que tú gastas energía y tiempo, esa pared que edificas NO EXISTE para Dios.

En segundo lugar, el mensaje es para "los recubridores de lodo suelto": los mensajeros que alientan la construcción vana. Los recubridores son los falsos ministerios que anuncian liviandades para satisfacer sus propias necesidades, por avaricia. Y cuando digo falso, me refiero a que no es genuino, que no provienen de Dios. Pueden tener buenas intenciones, ser reconocidos, etc. y etc., pero si Dios no los llamó, no los equipó, no los autorizó, no es verdadero, es falso. Son los que anuncian paz cuando en realidad viene juicio. Jehová habla de enviar, en su furor, lluvia, piedra y viento para sacar el barro y romper la pared edificada y hasta el cimiento será descubierto, caerá y será consumido. La ira de Dios también es en contra de los recubridores.

En ese entonces, la piedra era escasa. Por eso, los babilonios construían sus edificios con ladrillos que en ocasiones sólo los amontonaban unos sobre otros, aunque otras veces los unían con fango. Bien sabemos que lodo es una mezcla de tierra y agua. El agua, también es símbolo de la palabra de Dios: (Efesios 5:26) - "para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra" (Vea, Isaías 55:10-11 y Amós 8:11). Y, cuando mezclamos la palabra de Dios con nuestros pensamientos y razonamientos nos encontramos con barro, con lodo suelto. Porque la tierra simboliza lo terrenal, lo carnal. (Juan 3:31) - "El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra es terrenal, y cosas terrenales habla..."

Muchos dirán: eso pasaba en la antigüedad, en el Antiguo Testamento, hoy no hay falsos profetas. ¿Está seguro? Hoy, hay falsos maestros. Pedro, en sus epístolas, nos advierte que proliferarían en nuestro tiempo. Asimismo, describe el falso estilo de vida de los arrogantes, indulgentes y sensuales falsos maestros que se han establecido en la iglesia.

(2 Pedro 2: 1 a 3) - "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme".

¿Todavía no lo entendemos? Pablo es muy claro, nos da en detalle las acciones, que símil a la acción de recubrir con lodo la pared que no existe, desata la ira de Dios:

(Colosenses 3:5,6) - "Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impurezas, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría, cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia"

Idolatría. El principal pecado que condenó a Israel fue la IDOLATRÍA. Ezequiel emplea el término idolatría en por lo menos 40 oportunidades para referirse a las deidades falsas, lo usa en sentido despectivo, ya que significa "pequeñas bolas de estiércol".

Recuerda que la idolatría no consiste únicamente en postrarse ante una imagen, sino también valorar excesivamente cualquier cosa que toma el lugar de Dios. Avaricia se traduce del griego cuya raíz significa "desear más". Las preguntas son: ¿Cuánto más deseamos? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar? ¿Cuáles son, en nuestras vidas, esas pequeñas bolas de estiércol que Dios aborrece y que nos empujan a la ira de Dios? Cuidado. Esa ansia desmedida de adquisición, alentada por la publicidad del actual sistema mundial, puede conducirnos a violar derechos ajenos, buscar ganancias deshonestas y aprovecharnos de los otros, aún a costa de dones y ministerios santos.

No uses vendas mágicas para cazar las almas

(Ezequiel 13:20) - "Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra vuestras vendas mágicas, conque cazáis almas al vuelo; yo las libraré de vuestras manos".

Las vendas y velos mágicos eran usados por las hechiceras, dentro de las prácticas esotéricas en Babilonia. Las hijas de Israel cosían estas vendas mágicas y hacían velos mágicos para ganarse la vida. Por puñados de cebada y por un pedazo de pan, para colmo, utilizando el nombre de Dios:

(Ezequiel 13:19) - "¿Y habéis de profanarme entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, matando a las personas que no deben morir, y dando vida a las personas que no deben vivir, mintiendo a mi pueblo que escucha la mentira?".

Dios enfatizó que libraría a su pueblo de estas huecas prácticas religiosas. Sentenció la aniquilación de las vendas mágicas, con las cuales aprisionaron a muchísimas personas. Es el reino del revés, con sus prácticas dan vida a los que deben morir y matan a los que no deben morir. Entristecen con mentiras el corazón del justo y fortalecen las manos del impío, le infunden ánimo, para que no se aparten de su mal camino. (Ezequiel 13:22 y 23) Todo eso por un puñado de pan. Para saciar su propio provecho.

(Isaías 5:20) - "¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!".

Hoy, las vendas mágicas son las antibíblicas y "fascinantes prácticas religiosas" que cazan y explotan la credulidad y la buena fe de los creyentes. Los "fabulosos y multitudinarios shows cristianos", hoy tan en boga. Los métodos ultra-paganizados y recontra-profesionalizados que se usan para sustituir la carencia de unción del Espíritu Santo. El logro de la fascinación de los sentidos a través de la manipulación de las emociones. El éxtasis, el grito, el amontonamiento, lo hueco, lo vacío, lo superficial. Parafraseando al apóstol Pablo: las trompetas de sonido incierto. (1 Corintios 14:8)

Saca tus propias conclusiones.

Un mensaje para nosotros

Pregunta ¿Quiénes se salvarán y por qué?

(Ezequiel 9:4 y 6) - "... ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Matad a viejos, jóvenes, vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis".

La palabra hebrea para señal es "tau", la última letra del alfabeto, que en la escritura antigua tenía una apariencia de una "X" o una cruz. Es la señal de protección que guardará al remanente, de la ira de Dios. Se salvarán los que no se contaminaron con las iniquidades, los que gimen a causa de todas las abominaciones que se hacen a su alrededor.

Sin duda, lo más trágico es lo que vio Ezequiel, y que también (una minoría) lo ve hoy: La gloria de Dios se va de su pueblo: (Ezqequiel10:4 y 18, 11:23-25). La Gloria de Jehová abandonó el templo, por el umbral, pasó sobre el querubín, salió por la puerta del este hacia el monte de los Olivos, al este de la ciudad.

¿Quiénes son los responsables de que la gloria de Jehová se vaya de su pueblo hoy? ¿O vamos a echarle la culpa sólo a los denominados líderes? Sí, claro, el famoso "yo no fui". Los cautivos de Judá, "esquivaron" la responsabilidad y le echaron la culpa a otro, a los padres. Encima, con un refrán:

(Ezequiel 18: 1 y 2)- "Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera".

Pero Dios respondió a su excusa. Así como HOY nos responde a nosotros:

(Ezequiel 18:4 y 20) - "El alma que pecare, esa morirá. El hijo no llevará el pecado del padre ni el padre llevará el pecado del hijo".

Hoy nos dice a nosotros: cada uno es culpable de sus pecados. Si estamos recubriendo con lodo la pared que no existe o si estamos utilizando vendas mágicas para cazar almas, Dios lo sabe. Todo lo que hacemos con hipocresía será quemado con fuego. Falsa religiosidad. Falsas ofrendas. Falso lloro. Falsa exteriorización. Falsos ritos. Falsas oraciones. Falsa alabanza. Falsos sacrificios. Falsas profecías. Falsos mensajes. Todo, absolutamente todo será juzgado por Dios.


Una dura lección

Sin duda, la cautividad sucedió para disciplinar y purificar al pueblo de Dios. Israel comprendió, por fin, el enorme pecado de idolatría al que fueron arrastrados. Después del cautiverio, los hijos de Israel, nunca más volvieron a caer en el pecado de idolatría. Además, a través de la voz constante de los profetas, se afianzó en ellos la conciencia de que eran el pueblo escogido por Dios. Herederos de un pacto inviolable. El pueblo de Dios aprendería que Él es el Señor, primero a través de los terribles juicios sobre su rebeldía:

(Ezequiel 7:4) "Pondré sobre ti tus caminos; y en medio de ti estarán tus abominaciones".

Y después, a través de su poder y soberanía para edificar, restaurar y renovar:

(Ezequiel 36:8-11) "A vosotros me volveré, y seréis labrados y sembrados. Y haré multiplicar sobre vosotros hombres, a toda la casa de Israel; y las ciudades serán habitadas y edificadas las ruinas. Multiplicaré sobre vosotros hombres y ganado, y serán multiplicados y crecerán; y os haré morar como solías antiguamente, y os haré mayor bien que en vuestros principios; y sabréis que yo soy Jehová."

Más de 60 veces aparece el término "Y sabréis que Yo soy Jehová." Finalmente, el escogido pueblo comprenderá que Dios es santo, eterno, omnipotente, omnipresente, soberano, único. Surge una maravillosa promesa:

(Ezequiel 11:19 y 20) - "Y les daré un corazón nuevo, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios."

Ezequiel había visto que la Gloria de Dios se fue, pero también presenció cómo la Gloria de Dios regresaba a otro templo, un nuevo templo, un nuevo sacerdocio, una nueva orden, un pueblo purificado y una nueva bendición universal.

Esta es la buena noticia que también dieron los verdaderos profetas, que de en medio de ese remanente salvo, saldría un testimonio que se extendería por sobre toda la tierra, y atraería al Dios verdadero hombres y mujeres de todas las razas. Y, que alguien se levantaría en la familia de David, y sería el renuevo de Justicia: Jesucristo, el único salvador.

¿Qué dura lección tengo que aprender aquí y ahora? No recubras con lodo la pared que no existe ni uses vendas mágicas para cazar las almas. No le echemos más la culpa a otro. No desechemos el verdadero plan de Dios ni endurezcamos nuestros corazones cuando oímos su palabra. Ahora es el momento. HOY ES EL DÍA.

(1 Pedro 2:4,5 y 9) - "Acercándoos a él, piedra viva desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo."



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