martes, 22 de marzo de 2011

Pasos de Profeta!!!

Hay muy pocas personas hoy en día que tengan una idea precisa adecuada de lo que es un profeta cristiano. No podría ser de otra manera: la mayoría de los creyentes jamás ha conocido a uno.

Una de las figuras más populares representan al profeta de un modo “extático”, girando en una especie de arrebato, en un estado de trance pronunciando oráculos. Así no es la profecía cristiana. Pablo dice, específicamente, que… El espíritu de los profetas, está sometido a los profetas, porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz.

Los montañistas decían ser profetas y ganaban la credibilidad de mucho pueblo, pero profetizaban en trance, nadie los podía detener, y todas las autoridades de la iglesia primitiva, desde Pablo en adelante, declaran claramente que los profetas tienen control completo de sí mismos, y no profetizan en éxtasis ni en trance. Esto no significa que Dios no pueda llevar a alguien a un éxtasis. De hecho lo hizo con Pedro, pero de ninguna manera es una metodología. Dios hace como quiere con quiere y de la manera que quiere, pero no tiene método repetitivos. Es Creador y Creativo.

Otra idea muy común es la del profeta como un gran líder moralista. Martin Luther King, Mahatma Gandhi y otros, fueron proyectados en algún momento a ese nivel. Pero los profetas del Antiguo testamento trajeron, más que un análisis del estado moral de Israel, el mensaje de Dios para su tiempo. No hablaron de acuerdo con su discernimiento, sino con juicio entregado directamente por Dios.

Sin embargo, uno de los conceptos de la profecía que más se ha popularizado, es el de predecir grandes eventos futuros. Esto ha conducido, - y conduce aún -, a terribles errores. Cuando Pablo, en 1 Corintios 14, hace una lista de los propósitos de la profecía, menciona la exhortación, la consolación y la edificación del pueblo, no la predicción del futuro.

Tenemos dificultades de inmediato cuando hacemos de la predicción exitosa del futuro nuestro único criterio para la profecía venidera. Algunas personas que no son cristianas, pueden predecir acertadamente acontecimientos futuros. Sin embargo, no podemos aceptar sus profecías como Palabra de Dios. Israel recibió, - en su momento -, una seria advertencia al respecto. Extrayendo de lo histórico, depósitos espirituales. Esa advertencia es bien vigente hoy.

(Deuteronomio 13: 1)= Cuando se levantare en medio de ti profeta, (Le dice que los profetas habrán de levantarse EN medio tuyo, iglesia), o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: vamos en pos de dioses ajenos, que me conociste, y sirvámosles; (Preanuncio de ministerios espectaculares, fama, prestigio personal), no darás oído a las palabras del tal profeta, ni al tal soñador de sueños; (No le está diciendo que no le crea, ¡le dice que no lo escuche, directamente!) porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. (Páselo en limpio: un supuesto profeta le da una predicción que le es a usted muy favorable y conveniente, pero que no encaja con lo que Dios dice en su Palabra. Usted, ¿Va a creerla o va a elegir seguir a un Dios que, aparentemente, no le promete nada tan venturoso para su vida? Sí, ya sé que usted me debe estar diciendo que de todos modos va a seguir a Dios. Correcto. Bárbaro. Pero le pido que espere a que llegue el día en que eso le suceda realmente y allí volvemos a dialogar, si?)

(4) En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; y a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz. (La voz de Dios sólo puede oírse en medio de la oración o la adoración y siempre es más fácil o más cómodo hacerse profetizar que orar o adorar) a él serviréis, y a él seguiréis, (¿Qué es lo más importante para usted, su ministerio o la gente de la que se debe ocupar su ministerio? Allí está la clave.)

(5) Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, (Habla del espíritu que lo influye, no de su cuerpo físico) por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto, (¿Sabe qué es lo que está diciendo? ¡Que lo sacó a usted del mundo!) y te rescató de casa de servidumbre, (Lo sacó a usted también de la esclavitud del pecado y de la condenación) y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; (Profetizó para sus deseos personales, no para el propósito de Dios) y así quitarás el mal de en medio de ti.

En otras palabras: una persona puede acertar en la predicción de acontecimientos futuros y ser todavía un falso profeta. La pregunta que surge, entonces, es: ¿Cómo podemos encontrar una descripción exacta de lo que es un profeta? Un diálogo entre Moisés y Dios nos da un principio que hoy nos puede ser útil. Dios quiere que Moisés hable por él mismo, y Moisés no se anima. Dios, entonces, decide comisionarlo a Aarón, mire…

(Éxodo 4: 15)= Tú, (Moisés) hablarás a él, (Aarón) y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. (Si usted no escucha con claridad la boca de Dios, no intente, ¡Por favor! Abrir la suya.)

(16) Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios. (¡Qué ascenso y qué nivel el de Moisés! ¿Qué haría ese hermanito que usted conoce tan bien si le delegaran una actividad de semejante calibre?)

(17) Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales. (Es decir: Aarón sería vocero de Moisés y Moisés sería vocero de Dios. Simple, práctico. Es interesante que usted conozca, por le va a ampliar el panorama de su entendimiento, no porque sea obligatorio, que la palabra PROFETA, en hebreo, es la palabra NABI. ¿Sabe como se traduce? “Uno que habla por inspiración” En el griego, mientras tanto, la misma palabra es el término PROPHETES, de allí deriva la fonética del español y significa: “Un intérprete” o “Alguien que habla por otro”.)

(Éxodo 7: 1)= Jehová dijo a Moisés: mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. (Mire que dos escalas de niveles inventa Dios sin consultar comisiones ni concilios. ¡Que bueno que tenemos un Dios soberano! ¿Verdad?)

(2) Tú dirás todas las cosas que yo te mande, (cuidado; no las cosas que a usted le puedan parecer buenas o que puedan venir bien. Dice que lo que Él le mande. Y no algunas que no le traigan a usted demasiados riesgos: TODAS.) Y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. (Ese es el papel del profeta: ser el portavoz, el mensajero, el vocero de Dios. Un hombre no es profeta por lo que diga, sino por relación con Dios. No es importante en sí mismo, es importante porque viene como mensajero de Dios.)

(Hageo 1: 13)= Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: yo estoy con vosotros, dice Jehová.

(Jeremías 1: 7)= Y me dijo Jehová: no digas: soy un niño: porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

Además, Isaías, Ezequiel, en cada uno de estos casos Dios toma un hombre y lo hace su mensajero, su portavoz. La relación entre Dios y el hombre es el corazón de la profecía...

Ahora bien: ¿Cuál es la diferencia entre los profetas del Antiguo testamento a los del Nuevo Testamento, a los de hoy? No la relación entre ellos y dios, que tiene que ser la misma, sino la relación entre Dios y el pueblo.

Mientras en los tiempos del Antiguo Testamento Dios establecía una comunicación directa con un solo hombre por la acción del Espíritu Santo, ahora todos los miembros del pueblo de Dios reciben al Espíritu Santo y están en comunicación con Dios.

Sin embargo, la relación de Dios con el profeta, con el mensajero, permanece inalterable en el Nuevo Testamento. Es verdad que si está abierto, todo el pueblo puede, hoy, oír la voz de Dios, pero el portavoz, el vocero, el mensajero de Dios sigue siendo el profeta.

Visto bajo la óptica de un gran rey, es como si antes ese rey le hubiera abierto las puertas del palacio a un solo hombre, elegido, comisionado, mientras que ahora esas puertas están abiertas para todo aquel que quiera entrar. Pero cuidado: entrar y enterarse, cualquiera, pero salir y difundirlo, comunicarlo, sólo los expresamente enviados por Él para hacerlo.

La diferencia no está en la calidad o la cualidad de ese hombre, sino en el propósito, la voluntad y la decisión de Dios. Cuando un rey escoge a un mensajero de entre su pueblo, le proporciona: 1)= Un mensaje claro; 2)= La autoridad suficiente para proclamarlo públicamente.

Hoy el papel de profeta quizás sea el menos prominente que el antiguo, pero su relación con Dios, su categoría y su ministerio siguen intactos, inalterables y vigentes. Hay cinco puntos que demuestran la importancia de este ministerio y es lo que deseo que veamos juntos para entendimiento, para seguridad y para edificación del cuerpo, no para entretenimiento templista de domingo de conferencia. Ahora bien: ¿Cuál es la razón por la cual Dios levanta profetas en su pueblo? ¿Cuál es la importancia real y genuina de ese ministerio? Hay muchas respuestas, aquí te daré cinco.

1 – INICIA LA ACCION DE DIOS

Los profetas, efectivamente, inician la acción de Dios entre su pueblo. Aunque es posible que todos los cristianos oigan la voz del Señor, generalmente no oímos que Dios nos hable a nosotros personalmente con respecto a su voluntad y a su plan. A veces no lo oímos porque no estamos atentos, o porque nuestras mentes están llenas de pensamientos que distraen o problemas personales. Dios, - entienda -, es como la emisión de una emisora de radio. La transmisión está las 24 horas del día en el aire, pero usted sólo la escucha cuando está despierto. Pero mientras usted duerme, la emisora sigue emitiendo su programación. Esto significa que, en muchos casos, Dios no es culpable que la gente no sintonice su frecuencia. Pero muy a menudo, también, Dios simplemente elige y decide hablarnos a través de sus profetas. Hay suficiente base bíblica en el libro e los hechos para confirmar plenamente esto.

2 – ALERTA AL PUEBLO PARA OIR SU PALABRA

Los profetas no solamente pueden alertar al pueblo de Dios para oír su Palabra, sino que DEBEN hacerlo, ya que eso es parte esencial de su ministerio.

(Apocalipsis 3: 2)= Sé vigilante y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.

(3) Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré a ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.

¿Qué hizo Juan, aquí, con la iglesia de Sardis? Sacudirlos de un adormecimiento que les estaba quitando la vida misma. No es que los creyentes de Sardis no pudieran oír la Palabra ellos mismos. Sencillamente, no la oyeron. Porque la palabra profética, lo que hace, es abrir nuestros oídos espirituales y encender en nuestros corazones el deseo de buscar y encontrar la voluntad de Dios para nosotros.

3 – PROCLAMA PUBLICAMENTE LA PALABRA DE DIOS

La palabra profética, es pública. Sirve para enfocar nuestra atención como grupo en el mensaje que el Señor quiere que vivamos. Si hemos de responder al Señor comúnmente, su palabra tiene que ser presentada públicamente. La profecía no es la única manera en que su palabra puede publicarse, pero muy a menudo es el medio que Dios escogerá para llamar la atención común a lo que Él quiere decirnos.

(Génesis 1: 1)= En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

(2) Y la tierra estaba desordenada y vacía, (¿Cuántos saben que Dios jamás crearía algo desordenado y vacío? Indudable: algo ocurrió entre el primer y segundo versículo. La caída de Lucifer a la tierra, por ejemplo) y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, (Algo había producido tinieblas. Dios no crea tinieblas ni se esconde en ellas) y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. (Preste atención a este detalle que es clave. Tenemos que había tinieblas, y también tenemos que había un mover del Espíritu. Pero vemos que el mover del Espíritu no alejó ni borró las tinieblas. El Espíritu se movía, pero nada sucedía. ¿Hasta cuándo? Veamos.)

(3) Y dijo Dios: sea la luz y fue la luz. (Aquí vemos que cuando Dios dijo sea la luz y fue la luz, esa luz separó a las tinieblas. ¿Qué nos muestra esto? Que para que un mover del Espíritu produzca hechos concretos y se manifieste el poder de Dios, es necesario activarlo. ¿Cómo? A través de la palabra, está clarísimo)

4 – DESATA EL PODER DEL ESPIRITU SANTO

Por medio de la palabra profética, el poder del Espíritu Santo que opera EN la palabra de Dios, es desatado, activado, puesto en marcha. Cuando alguien habla proféticamente, el Espíritu Santo está operando en la persona que habla, así como aquellos que escuchan. Cuando Dios habla, suceden cosas. ¿Lo quiere a la inversa para que le resulte más claro? Las cosas suceden cuando Dios habla.

(Salmo 33: 6)= Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.

La Palabra de Dios es poder y autoridad. Cuando el Señor, en la visión de Ezequiel, convirtió el valle de huesos secos en un ejército con vida, lo hizo por medio de la palabra que Ezequiel habló. Hay un verdadero poder espiritual que reside en la palabra profética, un poder que puede cambiar a la gente. Puede cambiar el curso de la naturaleza y de la historia.

5 – DEVELA EL PROPOSITO DE LA PALABRA

Muchos lectores de la Biblia, incluidos no pocos teólogos, se han formulado la misma pregunta: ¿Para qué dejaría Dios su Palabra? Pues la deja con un propósito, para cumplir algo en el mundo, no para que los cristianos nos entretengamos leyéndola.

(Isaías 55: 10)= Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, (Veamos: ¿Cómo desciende lluvia y nieve del cielo? Simple. Sin nuestra participación) y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

Ahora bien: además de estos cinco puntos que muestran la importancia de este ministerio, hay cuatro propósitos que Dios suministra cuando hace fluir ministerios proféticos en la iglesia:

1 – Para Animar

Muy a menudo la Palabra de Dios por medio de la profecía es un mensaje de ánimo o de exhortación. Pablo menciona el ánimo como uno de los beneficios de la profecía. En el libro de los Hechos, capítulo 15 y verso 32, se menciona como los profetas Judas y Silas exhortaron y confirmaron a los creyentes de Antioquia.

Animar, en el sentido del Nuevo Testamento, es revivir el espíritu de una persona, fortalecerlo o darle esperanza. Todos en el pueblo de Dios a veces confrontan dificultades u oposición y necesitan oír que Dios está con ellos, que Él ayudará y que les ama.

En el libro de Hageo encontramos un ejemplo excelente de este tipo de profecía. Los judíos que habían regresado a Jerusalén del exilio habían comenzado a reconstruir la ciudad y su templo pero las presiones del enemigo que le rodeaba los había hecho detenerse. Dieciocho años más tarde las palabras de aliento del Señor a través de su mensajero Hageo encendió su fuego para que regresaran a la obra.

(Hageo 1: 13)= entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: yo estoy con vosotros, dice Jehová.

(14) Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios.

2 – Convicción, Amonestación y Corrección

El Espíritu Santo nos revelará nuestro pecado para que nos apartemos de él y nos libremos de su tiranía. No se olvide que la meta de Satanás es que seamos condenados, papel de fiscal, en tanto que la del Espíritu Santo, es nuestra absolución: defensor.

(Isaías 30: 21)= Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: este es mi camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.

Es decir que Dios nos hará saber cuándo hemos hecho mal, y nos advertirá cuándo estamos a punto de hacer algo malo, para que podamos escapar del engaño y del poder del pecado.

3 – Inspiración

La profecía funciona dentro de la iglesia como una fuente de inspiración. Cuando el don funciona de esta manera, el Espíritu Santo está HACIENDO algo primordialmente en la gente a través de la profecía y no tanto DICIENDOLES algo. Es obvio, que por ser la profecía un don que opera a través del habla, algo será siempre dicho. La profecía inspiracional sin embargo no concierne tanto a la comunicación de información como a la de evocar una respuesta.

4 – Dirección

A través de todas las escrituras, leemos que Dios habla a su pueblo para guiarlos en sus caminos. A veces, su dirección es muy general. A veces, es muy específica.

La dirección que recibimos de Dios puede ser aplicada a interrogantes de importancia como a las necesidades específicas individuales. Pedro recibió dirección profética con respecto a la salvación de los gentiles y Pablo declara que por medio de los profetas recibió parte de su evangelio para los gentiles.

La iglesia de hoy necesita la dirección de Dios tanto como siempre. Las dificultades y las incógnitas que confrontan a aquellos que están tratando de esparcir el evangelio son formidables, en verdad que son insuperables a menos que Dios provea los medios para vencerlas. La dirección directa de Dios está a nuestra disposición cuando la necesitamos. El don de la profecía es uno de los medios más importantes por los cuales dios nos puede guiar y dirigirnos y no debiéramos prescindir de ella.

(2 Crónicas 20: 20)= Creed en Jehová y estaréis seguros; creed a sus profetas y seréis prosperados.



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