martes, 14 de junio de 2011

Una prioridad al que ama

Todos estamos aquí porque en algún momento alguien nos guio a entregarle nuestra vida a Dios como nuestro Señor, quizás fue en tu casa, a solas en tu cuarto o en una iglesia; no importa cómo, sino que siempre hubo otras personas en ese proceso. Bien sabemos que Jesús nos manda a ir y anunciar el reino de Dios a todo el mundo.

Mateo 28:19-20 (LBLA) 19Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Esa fue la misión de Jesús que nos paso a nosotros, y así los hijos de Dios tomamos la responsabilidad de anunciar que hay una forma de ser salvos.

Vemos como en la vida de todos los discípulos, ellos lo rindieron todo para poder anunciar el evangelio de Dios al mundo, ahora yo me pregunto, ¿podría hacer yo lo mismo? ¿Tengo acaso la capacidad de hacerlo como ellos lo hicieron?

Pedro:

El fue una persona común y corriente de su sociedad, quizás más bien de clase baja. Al encontrarse a Jesús todo cambia.
Es uno de los más importantes entre los 12 discípulos, y cuando muere Jesús toma las riendas de la recién formada iglesia en Jerusalén.
Al pasar el tiempo, comienza la persecución de los cristianos, y el termina preso, quizás en Roma bajo el mismo emperador Nerón, y al tiempo es asesinado

Pablo:

Al contrario de Pedro, este Pablo (Saulo) era de las personas más importantes entre su nación, por derecho, por posición social, por títulos y obviamente dinero; pero al tener un encuentro con Jesús, su vida cambia radicalmente.

Dejo todo a un lado y comenzó a llevar el evangelio, sufriendo toda clase de dolores:

1 Corintios 11:20 ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. 24De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 26en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; 28y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. 29¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?[1]

También sufrió naufragios, encarcelamientos, perecuaciones, hasta que por fin muere decapitado.
¿Porque llegaban a tanto y nosotros parece que nos cuesta tanto? Ellos lo hacían por amor Romanos 1:5. No era gente que solo iba a una iglesia, sino que ellos habían sido

TRANSFORMADOS. Habían sido cambiados por Cristo, por lo tanto, si tú ahora analizas tu vida y te gusta tal y como esta entonces no quieres que Jesús te cambie, por lo que todo lo que él te pida hacer te va a ser como una carga horrible.

Querer decirle a otro que puede ser salvo es el resultado de amar a Dios.

Te animo a que cultives una relación con Dios sincera y personal a lo largo de toda tu vida, no todos somos llamados a ser apóstoles, pero todos podemos anunciar a otros del camino a la salvación. No tienes que dejar de vivir tu vida, sino que tiene que vivir tu vida rendida a Dios.


LOCOS POR JESUS N.1

No. 2 “MAS AMOR POR TI”, (del libro Locos por Jesús, Pág. No. 117)

Pastor Kim y su congregación, Corea del Norte

Por varios años, el pastor Kim y 27 miembros de su redil vivieron en túneles bajo tierra hechos a mano. Los comunistas descubrieron que los cristianos vivían bajo tierra Cuando estaban construyendo una carretera. Los guardas los sacaron del escondite y los presentaron frente a una multitud de 3000

Personas en la aldea de Gok San, donde se llevaría a cabo una ejecución pública. Dijeron a los cristianos: “Nieguen a Cristo o morirán”. Pero los creyentes rehusaron Hacerlo. Entonces el oficial comunista a cargo de la ejecución ordenó separar del grupo a 4 de Los niños y prepararlos para ser ahorcados. Con sogas amarradas alrededor de sus Pequeños cuellos, el oficial les ordenó nuevamente a los padres que negaran a Cristo. Ninguno de los creyentes negó la fe en Cristo. En vez de eso les dijeron a sus hijos:

“Muy pronto nos veremos en el cielo”. Los niños murieron calladamente. Entonces el oficial a cargo ordenó que trajeran una aplanadora, y obligó a los cristianos A que se acostaran en el camino. Mientras el motor de la máquina aceleraba, el oficial Les dio una última oportunidad de retractarse de su fe en Jesús. Nuevamente los Creyentes rehusaron hacerlo.


Tan pronto la máquina comenzó a moverse lentamente, los cristianos comenzaron a Cantar un himno que a menudo cantaban juntos. Mientras sus huesos y sus cuerpos eran Aplastados bajo el peso de la inmensa aplanadora, de los labios de los creyentes se Podían escuchar las siguientes palabras:

“Más amor por Ti, oh Cristo, más amor por Ti”

A nadie más deseo, más amor por Ti

Que el dolor cumpla su cometido, más amor por Ti,

Entonces mi último aliento, tu alabanza susurrará

Este será el llanto de despedida que mi corazón elevará.

Más amor por Ti, Oh Cristo, por Ti”.

La información sobre la ejecución apareció en la prensa de Corea del Norte como un Acto mediante el cual se había suprimido la superstición.



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