Dentro de lo que es el pueblo de Dios, ¿Cuántas veces ha escuchado, leído o asumido por cualquier otro método, que somos: Linaje Escogido, Nación Santa, Pueblo de Reyes y Sacerdotes y Todos Ministros Competentes? ¿Cuántas veces, asimismo, se ha mirado usted al espejo de su propia vida espiritual, a la de quienes lo rodean, a los que están por encima suyo o a los que están por debajo, y no ha logrado ver manifestado absolutamente nada de esto? Entonces: ¿Habrá exagerado Dios? ¿Estará desactualizado con respecto a la problemática del hombre moderno? ¿Será esta una escritura válida solamente para aquellos tiempos o no habremos hecho convenientemente la tarea y por eso es que todavía no somos eso que Dios dice que vamos a ser?
(Levítico 21: 1)= Jehová dijo a Moisés: habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles que no se contaminen por un muerto en sus pueblos.
Muchos han tomado a esta palabra desde el ángulo de la biología, relacionándola con no tomar contacto con la cadaverina, un líquido tóxico y venenoso segregado por una glándula que todos llevamos adentro y que se acciona inmediatamente producido el deceso de una persona, con el objetivo concreto de comenzar con el proceso de descomposición de la materia.
Otros, han elegido una interpretación litúrgica, en la que se le está prohibiendo a los sacerdotes ministrar en oficios o servicios fúnebres, algo que en muchos sectores todavía se cumplimenta como rito obligatorio, aún a sabiendas que naturalmente, no tiene el más mínimo valor, fundamento bíblico y, obviamente, efecto alguno, como no sea el de satisfacer las necesidades sentimentales y emocionales de los deudos del difunto. Quien muere, muere y, desde el ángulo de la fe, ya no hay absolutamente más nada que hacer para cambiar el destino eterno del que ha partido.
Y otros tanto han preferido entenderlo desde el plano del espíritu, interpretando que es contaminación para el pueblo de Dios, rozarse y tener comunión con quienes están muertos en espíritu. Cualquiera de los tres enfoques, -más allá de las divergencias-, son para tener en cuenta.
(Verso 4)= No se contaminará como cualquier hombre de su pueblo, haciéndose inmundo.
Creo que no es necesario que le detalle lo que constituye inmundicia hoy en día, por más que mucha gente lo rotule como “conductas diferentes o alternativas”. Usted, en su interior, y sin tener en cuenta la moralina o la pacatería insípida de nuestra cultura, sabe perfectamente por dónde caminan la pureza, la limpieza, la rectitud, la integridad y la transparencia y por dónde lo hace la inmundicia, aunque se disimule con apariencia.
(Verso 6)= Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios ofrecen: por tanto, serán santos.
Quiero que entienda muy bien esto porque es básico, clave, elemental y primario. Lo dicho en este verso, no es UN requisito necesario para el ministro competente, rey y sacerdote del pueblo de Dios. Este, es EL requisito insustituible. No es el punto de llegada, la meta, es el punto de partida para cualquier ministerio.
(Verso 7)= Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios.
Lo primero que vemos aquí es que el sacerdote, el ministro, se pueden casar. Las imposiciones siguientes, muy entendibles desde el punto de vista de lo social, pertenecen más a una disposición humana que divina, ya que ninguna tiene en cuenta que el que está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.
(Verso 10)= Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, (Aquel a quien Dios levante, no al que ciertos hombres se les ocurra designar), sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, (El sacerdote, si no es ungido por la unción de Dios, jamás pasará de la categoría “gerencial” de un administrador institucional) y que fuera consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza, (Esto quiere decir que no descuidará esa unción recibida, ya que de lo contrario sólo será un ministro carnal.) Ni rasgará sus vestidos. (Esto tiene que ver con que no se dejará llevar por ninguna “explosión” de ira por más “santa” que parezca)
(Verso 12)= Ni saldrá del santuario (Esto es: no buscará motivaciones personales que puedan alejarlo de la única cobertura posible, que es la presencia del Dios vivo en cada acto de un ministerio) ni profanará el santuario de su Dios; (Aquí está hablando, mi hermano, de su propio cuerpo, que es templo y santuario del Espíritu Santo, que es Dios. No sólo con comportamientos groseramente pecaminosos, (Adulterio, fornicación), sino con recetas humanas, tales como el Humanismo, Filosofías Orientales, Científicas, que reemplacen la validez y el poder de la Palabra) Porque la consagración por el aceite de la unción de Dios está sobre él. Yo Jehová.
(Versos 13-14)= Tomará por esposa a una mujer virgen. No tomará viuda, ni repudiada, ni infame, ni ramera, sino tomará de su pueblo una virgen por mujer.
Esto es una reiteración ampliada del verso 7, donde hemos dicho que obedecía más a disposiciones de hombres que a leyes divinas. Aquí queda eso en muy clara evidencia, ya que si bien la ramera (Prostituta) la infame, la repudiada (Divorciada) y hasta la virgen lo son por estricta decisión personal, no así la viuda, que es total y absolutamente inocente de su estado, ya que no es responsable de haberse quedado sin un marido al que en la mayoría de los casos amaba y no deseaba perder.
Pero lo más importante de ese sacerdocio que no se reserva solamente para pastores y líderes, sino que conforme a la Palabra le pertenece a TODO un pueblo de reyes y sacerdotes y ministros competentes, viene ahora. Vamos a ver en primer término el texto global y luego, sacándolo definitivamente de lo literal que resultaría incomprensible en el siglo veintiuno, vamos a traspasarlo a principios espirituales que van a mostrarle a usted muchas cosas. Que le van a ayudar a aprender otras y le van a otorgar elementos muy precisos para no caer en el error y luego tratar de disculparse diciendo que nadie se lo había advertido, que nadie se lo había dicho. Aquí se lo estoy diciendo.
(Versos 17-20)= Habla a Aarón y dile: ninguno de tus descendientes por sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios.
Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado, o varón que tenga quebradura de pie o rotura de mano, o jorobado, o enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo magullado.
Fíjese usted que aquellos a los que les agrada tomar a las escrituras literalmente, ya sea porque suponen que otra cosa es jugar a las fantasías místicas, o porque no saben lo que significa el término Revelación profética, se encuentran en un grave problema: A esta porción, nadie le da importancia porque, aparentemente, fue escrita para una época en que estas cosas se tenían en cuenta, cosa que hoy ya no sucede.
Sabido es y cualquiera de nosotros podría confirmarlo en su propio lugar de residencia y quizás en el marco de su propia congregación que ninguno, ni siquiera la gente más encumbrada en los prestigios evangélicos internacionales ha tenido en cuenta esta serie de elementos. Usted o yo habremos conocido, seguramente, a consagrados y fieles hombres de Dios que eran portadores de algunos de estos defectos físicos. Y ello no ha obstaculizado, perturbado ni menoscabado la validez, la bendición, el poder y la gloria de Dios manifestada en sus ministerios. Ahora si lo vamos a mirar con el agudo ojo de la revelación, seguramente las cosas van a tener otra significación y, de aquel pasaje sin mayores relieves que solíamos leer casi para cumplir con el rito de no dejar nada sin mencionar, pasará ahora a ser una fuente de donde beberemos las cualidades insustituibles de aquellos ministros que desean ser competentes según la óptica divina.
VARÓN CIEGO
Esto le está hablando a usted, indudablemente, de ceguera espiritual, de hombres y mujeres sin visión de Dios. Llenos de predisposición, de abnegación, de esfuerzo personal, de trabajo arduo, de actividades pensadas a favor y no en contra de la Iglesia, pero destinados inexorablemente a la carencia de resultados o, lo que es peor: al fracaso. Porque al no tener visión del mundo espiritual, jamás acertarán a hacer lo que Dios quiere que se haga, sino que harán lo que a ellos les parece que está bien. ¿No ha visto usted alguna vez algo de esto que le estoy expresando? ¿No le habrá sucedido esto, quizás a usted mismo?
El varón ciego, sin visión ni perspectiva de Dios, puede levantar una institución llamada Iglesia que sea altamente respetable, respetada por todos y hasta exitosa según la interpretación humana. Pero jamás podrá servir en su ministerio a la liberación del pueblo de sus opresiones, de sus dolencias, de sus enfermedades del alma. Porque, aunque derrame todos los dones y las bendiciones, no serán respaldados por la presencia poderosa de Dios, ya que Dios no unge ni visita organizaciones, -por mejores que sean-, sino a organismos vivos (Hombres y mujeres) que estén en plena consagración y obediencia a su propósito para cada tiempo y lugar, cosa que es posible solamente cuando se cierran voluntariamente los ojos naturales y se abren, (También voluntariamente) los espirituales, único método de alinear nuestra visión con la visión de Dios.
VARÓN COJO
Físicamente, esto tiene que ver con renguera, ya sea por problemas en las extremidades inferiores o cadera. Representa al hombre que no está imposibilitado de caminar, de andar, pero que lo hace con alguna o muchísima dificultad.
En lo espiritual simboliza claramente a aquel que oye lo que Dios dice, lo entiende, se da cuenta del contenido, lo cree, pero no lo obedece y, mucho menos, lo aplica. Es decir, lo que en otros textos, recibe el nombre de prevaricador.
También tiene que ver con el que aprende todo lo que hay que aprender y todo lo que se necesita aprender, pero que no produce absolutamente nada a partir de lo que aprende. Gente que oye un mismo mensaje renovador durante más de ciento cincuenta reuniones al año, pero que al final de ese año, sigue rengueando en el camino por seguir con sus ruinas viejas, resistiéndose a cambiar nada.
A propósito de esto y como modelo actual, podemos decir que hay congregaciones que arman infinidad de centros de capacitación para sus miembros. Los capacitan para todo aquello en lo que luego pueden ser de utilidad. ¿Esto es malo, entonces? ¡No! ¡En absoluto! Sin embargo, la experiencia nos dice que una gran mayoría de ellas se entretiene de puertas adentro, capacitándose años y años. Cuando finalmente terminan todos los cursos, ya se sienten demasiado viejos o cansados para producir y no tienen mejor idea que empezar a mandar a sus hijos a los mismos cursos, cursillos, seminarios y talleres y la historia vuelve a comenzar en la generación siguiente.
Si leyeran a Juan sabrían que la unción del santo es la única que hace posible un aprendizaje divino, que les permite no necesitar maestro y que es la mejor guía para ponerse hoy mismo a hacer lo que Dios quiere que se haga. De otro modo, mientras miles y miles de creyentes aprenden lo que jamás aplicarán, hay un mundo allí afuera, que todos los días se va al infierno porque nadie les ha mostrado, no sólo con palabras clonadas o tratados arrojados por debajo de las puertas, sino con autoridad del cielo y estilo de vida acorde, que hay otro camino, que hay realmente buenas nuevas, perdón, redención, salvación, vida eterna y un reino al que se puede servir con gozo.
VARÓN MUTILADO
Toda visión de mutilación produce, en lo físico, una sensación muy particular, mezcla de compasión, aprehensión y hasta rechazo. La imagen que muestra el mutilado es la que predispone. El símbolo espiritual, aquí, tiene que ver con el creyente que muestra una imagen mutilada del carácter de Cristo. O, lo que es peor, un Cristo deformado.
Usted tiene que tener en cuenta que, decir “mutilado”, por allí no da una imagen clara de lo que significa, pero que si le buscamos un sinónimo preciso, sí que lo vemos mucho mejor: Distorsionado. Una imagen distorsionada, incompleta o confusa de Cristo, no sirve. Y no podemos esperar sentados que él abandone su posición para venir a hacerlo, siendo que ya dijo que será su cuerpo, (Esto es: nosotros), los que tendremos que hacerlo.
VARÓN SOBRADO
Esto Tiene que ver con un término muy de uso cuando nos referimos a ciertas personas que nunca faltan. En el clásico lunfardo argentino (Que es una especie de idioma de los bajos fondos sociales de antaño pero que todavía se usa) se les llama: “Sobrador”, “Canchero”, “Piola”, “Fashion”, que son aquellos hombres, esencialmente, que hacen ostentación exagerada de sus atributos intelectuales y físicos transformándose, de esta manera, en fanfarrones o ultra vanidosos, pagados de sí mismos.
En el ámbito del reino de Dios, esto se aplica a aquellos que van más allá de donde Dios los ha enviado. Que se introducen y se inmiscuyen en cosas en las cuales Dios jamás los mandó intervenir. A la mejor manera de Saúl, que siendo rey, quiso ser sacerdote, y esto terminó con su reinado. O de Uzías, que siendo un rey de Dios, se le ocurrió en un impulso de abuso humano de poder, darle de puntapiés a los sacerdotes y pretender reemplazarlos, cuando Dios, obviamente, jamás lo había enviado a hacer eso. Terminó sin reinado, sin sacerdocio y, encima, lleno de lepra.
Hay muchos, hoy, en el pueblo, que habiendo sido levantados para ejercer un ministerio, suponen que su liderazgo les da derecho a meterse en otros a donde Dios no los envió. No sólo que llevan a la iglesia y a sus miembros a la frustración y el fracaso, además de la confusión, sino que incluso terminan pagando caro ese ser sobrado y concluyen sus días sin ministrar con poder y efecto ni siquiera en aquel ministerio para el que habían sido llamados. Dios no mata a ningún desobediente. Simplemente se retira y lo deja librado a su propia voluntad. El resultado, para qué se lo voy a contar...
VARÓN CON PIE QUEBRADO O MANO ROTA
Esto le está hablando a usted de ministerios perversos, porque todo lo que tiene que ver con pies y manos, significa ejecutividad, ministerio, y cuando en el hueso hay fractura, eso se traduce como torcido, que es el significado de la palabra perverso.
En la parábola del rico y Lázaro el mendigo, y más allá del relato literal que siempre se toma como moraleja, sin pensar que Dios no dejó nada en la Biblia sólo para moraleja, sino con claro mensaje o principio espiritual encarnar y vivir, esto se ve con claridad.
El rico, (Un ministerio importante, pero sin unción ni revelación), se pierde por falta de visión. Cuando se da cuenta de su situación, pide a Dios que Lázaro, (Un ministerio pequeño pero ungido), moje su DEDO, (Mano) en agua (Vida) y lo ponga en su boca. Dios le dice que eso, en ese momento, ya es imposible.
¿Qué pide el rico, entonces? Que Lázaro vaya y le diga a sus cinco hermanos (que son los cinco ministerios) la verdad revelada para que ellos no se equivoquen como se ha equivocado él. Ministerios perversos. Humanismo puro. Filosofías carnales. Negación total de lo sobrenatural por considerarlo demasiado “fantasioso”. Psicología secular elevada al rango de voluntades divinas no brotadas de púlpitos ungidos sino de consultorios y hasta divanes terapéuticos. Recetas cientifistas. Infiltración del orientalismo en la iglesia a través del ocultismo y la hechicería con disfraz cristiano que propone la Nueva Era. Unción de Freud por sobre la unción del Espíritu Santo.
VARÓN JOROBADO
Deje ya de controlarse cada mañana los huesos de sus espaldas. Esto habla de hombres que llevan una pesada carga debajo de la cual están cautivos sin poder salir. Gente que solamente puede mirar hacia abajo porque está atada a conceptos de la realidad material y que no ven o no creen en el invisible mundo del Espíritu.
Hombres y mujeres fieles, con deseos de servir, pero que a cada problema, lo primero que piensan y les sale de sus bocas, es: “No puedo, soy demasiado débil, soy obeso, soy moreno, soy latino y la sabiduría, dicen, está en los niños-diez, que son los altos, rubios y guapos. No soy profesional”.
La joroba no es otra cosa que una profunda lástima de sí mismo. Una autosubestimación alimentada por años de verse en contraposición con los clásicos rudimentos de la religión organizada e institucional. Convencidos interiormente que lo que le dicen los que hace cincuenta años que están en la iglesia, definitivamente, debe ser cierto; eres demasiado idealista, eres demasiado espiritualista, tienes que vivir más en la realidad, no podemos espiritualizarlo todo. ¡¡¡Basta!!! Dios es espíritu, no figura, alma o sentimientos emocionales e intelectuales. Y nosotros somos imagen y semejanza de un Dios que no tiene figura material. Es decir que yo, soy un espíritu, al cual se le ha dado un alma y que habita un envoltorio descartable llamado cuerpo, que es lo que tengo colocado ahora y me permite, entre otras cosas, comunicarme con usted.
Cualquier otra cosa, es para tener muchísimo cuidado. El diablo no opera en el mundo para reventar a la iglesia. El diablo opera adentro de las congregaciones, usando los cuerpo9s y las mentes de aquellos que todavía no han aprendido a confiar en Cristo. Entre un pastor que no confía en Cristo y el humilde hermano que vende garrapiñada o pochoclos a la salida del templo que tampoco confía en Cristo, ¿A quién cree usted que usará más gustoso el diablo?
VARÓN ENANO
Habla de gente que en algún momento dejó de desarrollarse. De personas que un día pensaron que lo que habían aprendido hasta ese momento, ya era más que suficiente y que no tenía caso seguir leyendo la Biblia, seguir orando o recibiendo revelación fresca de Dios. Enanos espirituales.
VARÓN CON NUBE EN EL OJO
Es el equivalente oftalmológico de la enfermedad de cataratas (Al menos así se denomina en Argentina al padecimiento ocular que va tapando la visión con una especie de cáscara). No llega a ser ceguera. El hombre que padece este mal puede no estar ciego (Aunque corre ese riesgo si no se lo interviene por cirugía) sino que está viendo mal, de un modo distorsionado, difuso, confuso.
Esto tiene mucho que ver con el espíritu de crítica. La diferencia entre un espíritu de crítica y la exhortación, está en que quien exhorta, lo hace desde una posición de humilde autoridad, muchas veces sin ninguna credencial o título habilitante, con infinito amor y estrictamente desde la verdad revelada en la palabra, no ya de sus propias opiniones por mejor intencionadas que sean.
El espíritu de crítica, en cambio, hace que alguien no vea bien el presente, o que lo vea incompleto; y que con esas bases, juzgue contundentemente. Nunca ve nada bien, todo está mal. Y si un día ve algo bueno, no lo reconoce, no lo premia, no lo pone por ejemplo. Por el contrario, por allí trata de neutralizarlo, de borrarlo del mapa de sus actividades cotidianas. Critica todo pero jamás tiene una palabra que muestre cómo se puede cambiar lo que está mal.
VARÓN CON SARNA
Más que la enfermedad en sí misma, esta palabra habla del resultado de la enfermedad. Protuberancia en la piel, ronchas, heridas, coagulación y cáscara. Al mínimo comezón o escozor, cuando se toca esta cáscara, se sale de su sitio y la herida vuelve a sangrar.
Habla de las heridas que muchos mantienen en sus almas por situaciones vividas, a veces, hace muchísimos años. Han pasado por Consejería, por Liberación y por Sanidad Interior y fueron declarados sanos. Pero cuando usted ora con ellos, un día y por cualquier motivo, Dios le hace decir alguna palabra que actúa como esa uña que rasca la cáscara y allí está: la herida comienza a sangrar otra vez. La persona se quebranta, llora y se lamenta. La conclusión simple, independientemente de lo que digan “los expertos”, es que la consejería no alcanzó, la liberación no se produjo y la sanidad interior todavía está incompleta.
VARÓN CON EMPEINE
Esta es la definición más breve por lo clara. El empeine tiene que ver con la lepra, y la lepra es el símbolo histórico del pecado no confesado, no perdonado, no limpiado por la sangre de Cristo. Y que a favor de esto sigue carcomiendo, avanzando y pudriendo todo lo que toca. Imposible ser ministro competente o sacerdote de Dios con este problema.
VARÓN CON TESTÍCULO MAGULLADO
Si alguno de estos defectos, a la luz de una interpretación literal, física o material le suena medio como traído de los cabellos, es este. ¿Qué importancia podría tener, desde lo físico. Que un hombre que tiene problemas con sus testículos quiera ministrar? Parecería que ninguno, ¿Verdad? Pero en el ámbito espiritual, las cosas cambian totalmente.
Habla de varones impotentes, sin capacidad de reproducción, imposibilitados de constituir uniones matrimoniales. (Cristo y su iglesia es un matrimonio), varones castrados por la religiosidad ritualista. En suma: verdaderos eunucos espirituales, con forma y figura de hombres, pero sin ningún atributo para concebir, gestar o ser padre.
(Versos 21-24)= Ningún varón de la descendencia del sacerdote Aarón, en el cual haya defecto, se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas para Jehová; hay defecto en él, no se acercará a ofrecer el pan de su Dios.
Del pan de su Dios, de lo muy santo y de las cosas santificadas, podrá comer.
Pero no se acercará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que no profane mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico.
Y Moisés (El mensajero de Dios) habló de esto a Aarón. (La organización de la iglesia) y a sus hijos (Las generaciones venideras) y a todos los hijos de Israel. (La iglesia total).
Los que moran en lo terrenal, son destruidos por ignorancia, pero los que moran en el cielo, sólo pueden ser blasfemados.
jueves, 16 de junio de 2011
Ministros competentes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esta pagina está bajo la licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic License.
Si deseas copiar y/o redistribuir algo de este sitio, favor
leer las condiciones y respetarlas.
Att: Edilzr - www.zonarestringida.net - Luz para el mundo
0 comentarios:
Publicar un comentario