miércoles, 27 de julio de 2011

Cuestión de vida o muerte

Después de haber estudiado a más de 400 pacientes enfermos de muerte, la siquiatra Dra. Elizabeth Kubler-Ross, de Chicago, se encontró con que, normalmente, los moribundos pasan por cinco fases: choque y negación ("¡No, yo no!"); ira ("¿Por qué yo?"); regateo ("Si Dios me prolonga la vida, iré todos los domingos a la iglesia"); depresión ("Por fin me está sucediendo a mí") y aceptación ("Es inevitable, así que más vale que me prepare para ello").

El admitir que la muerte es algo inevitable resulta duro. Los siquiatras están de acuerdo que el pánico dominante, respecto a la muerte, invade a jóvenes y ancianos casi a partes iguales. En cierta encuesta una muchachita de trece años comentó: «Es una batalla perdida. Hay tantísimas cosas malas que podrían ocurrir en nuestro cuerpo».

El hombre actual se encuentra en un verdadero enredo. Está huyendo de la vida, y está huyendo de la muerte. ¿Qué es entonces lo que queda?

Cuando llega la fase más grave de la enfermedad y la perspectiva de la muerte, es cuando las mismas se convierten en la única realidad para la persona; cuando el conocimiento de algo de más allá de ellos es irreal ¿Cómo puede uno enfrentarse con ese sentido de vacío y de estar perdido? La respuesta a la vida y la respuesta a la muerte se encuentran en el Señor Jesucristo. Pablo sabía esto cuando dijo: "Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia"-Filipenses: 1:21-. El Apóstol Pablo, nos dijo en muchas ocasiones que su satisfacción y su esperanza superaban su aflicción y la perspectiva de la muerte. La vida era dulce pero lo sería más después de la muerte. "Si vivimos para el Señor vivimos; y si morimos para el Señor morimos-Romanos 12:8- "Ausentes del cuerpo, y presentes al Señor no es aterrador-2 Corintios 5:8-. Tenemos la esperanza del cielo, de la resurrección, de las recompensas, y mucho más.

Es la Gran Aventura, junto a la cual los alunizajes y los viajes especiales palidecen y se tornan insignificantes.

La Cruz fue lo que le costó a Jesús ser el Salvador de los pecadores. La cruz es la manera que Dios tuvo de traer de vuelta a este mundo insano y arruinado a la salud mental, a la paz y a la justicia. Dios actuó siempre en el curso de la historia y fue, precisamente, cuando Cristo murió en la cruz su actuación más grandiosa y monumental.

No aparecen en las noticias televisivas, ni en los titulares de los periódicos, pera cada día pasan millones de almas a la eternidad sin Dios y sin esperanza. Nadie se sorprende por esto pues es común que la gente se muera, pero ¿Qué después de la muerte? Todos lo piensan, pero pocos se preparan para el gran paso.

Querido amigo, esto es "Cuestión de vida o muerte". Jesús dijo: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque este muerto vivirá y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente-Juan 11:25-26- ¡Jesús vive, y nosotros también viviremos! El pueblo de Dios puede tener absoluta confianza de que su futuro es tan brillante como el del creyente nacido de nuevo y no hay amor más profundo como el amor del que hizo esto posible, Jesucristo.

La vida ya no será un monstruo que nos va a devorar, ni la muerte la espantosa realidad de dejar de existir si ya hemos realizado en nosotros, las palabras de San Pablo "Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia", y las palabras de Jesús mismo: "El que cree en mí aunque esté muerto vivirá".



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