Ananías y Safira
Un ejemplo claro es la historia de Ananías y Safira, que queriendo hacer lo correcto terminaron haciendo algo tan engañoso que resulto en sus muertes. Leamos Hechos 5:1-7
Todos los cristianos daban al pobre, era común en la iglesia en aquel entonces (¡ojala fuera así ahora!) y yo creo que ellos quisieron obedecer lo que Dios había puesto en su corazón: “Vamos viejo vendamos esto y lo damos a la iglesia” “Si, siento del Señor de bendecir con lo que tengo” “amen y amen” Y fueron, encontraron un comprador, hicieron los papeles, pagaron los impuestos, y en ese proceso de la venta comenzaron a darse cuenta de que era más dinero del que ellos esperaban, y comenzaron racionalizar su acto de fe: “bueno la verdad que Dios también quiere que nos falte nada NOSOTROS, ¿va mi amor?” “Y si querido, tampoco pueden pretender los pastores que demos TOOOOODO el dinero, o sea”. Tanto así que no solo se engañaron ellos mismo de pensar que todavía estaban dentro de la voluntad de Dios, sino que intentaron engañar a toda la iglesia.
Como seres humanos somos expertos en disfrazar el pecado como si fuera algo bueno, queremos hacer nuestra propia voluntad y nos cuesta tener que obedecer las órdenes de Dios. Esto mismo es como un ruido fuerte que nos impide escuchar la voz de Dios, por ende, no llegamos a su voluntad.
Yo se que el Señor ha estado hablando a muchos acá en esta iglesia de diversas maneras, acerca de diferentes cosas que DIOS ESPERA DE TI, y que te lo está recordando con más urgencia que antes, ¿Cómo estas respondiendo cuando Dios mueve tu corazón hacia su voluntad?
El punto de la decisión Crucial
Dios es paciente, su paciencia dura años y años, sino lean el Antiguo Testamento. Pero llega un punto en que Dios dice ya basta, ya te dije, ahora decide, y si no decides correctamente, acepta las consecuencias...
Romanos 1.18-32 Nos muestra algo importante. Todos conocemos a Dios, pero cuando ya dejamos de honrarlo como tal y darle gracias como tal, el pecado comienza a tomar control, y de ahí en adelante caemos en picada hasta el infierno.
Todos tenemos ese “conflicto interno” cada día de obedecer “el querer y hacer que viene de Dios” u obedecer el “querer y el hacer” que viene de mi mismo. Es una lucha constante, yo lo sé; pero si constantemente resistes el mover de Dios en tu corazón entonces tarde o temprano Dios ya no se moverá en tu corazón, pero que finalmente tu “corazón fue entenebrecido, y tu forma de pensar será basado en egoísmo, soberbia y vanidad” Y si sigues leyendo el pasaje veras que el resultado a partir de ese punto es desastroso (aunque esa palabra se queda corta)
Ahora me imagino que alguno está pensando “ah, sí, yo creo que estoy en ese punto” pues entonces no seas soberbio y ríndete hoy a Dios, pro que si estas escuchando esto es porque Dios todavía está moviendo tu corazón a su voluntad. El pecado jamás puede ser una excusa para llegar a Dios.
Si has estado resistiendo a Dios
Volvamos a la historia del rey David. Luego de darse cuenta por medio de la historia del profeta de su propia hipocresía y pecado, el se arrepiente con Dios. Aun así las consecuencias fueron graves: la muerte del niño, la maldición de Dios sobre su casa, y de ahí en adelante puedes leer como solo hubo problemas en la familia de David. Pero algo me llama mucho la atención:
“Y consoló David a Betsabé su mujer, y llegándose a ella durmió con ella; y ella le dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová, y envió un mensaje por medio de Natán profeta; así llamó su nombre Jedidías, a causa de Jehová. ” (2º Samuel 12.24-25, RVR60)[1]
Con la terrible gravedad y perversidad del pecado de David, Dios trajo restauración. El amo al fruto de esa relación una vez restaurado el asunto. ¿A eso le llamas restauración? Yo no, Dios sí. Nuestras vidas sin Dios son tan problemáticas como la de ellos, pero aun así Dios quiere usarte, Dios quiere cambiarte, restaurarte.
Conclusión:
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. ” (Hebreos 4.16, RVR60)[2]
Si has estado resistiendo la voz de Dios de alguna manera; y no solo estoy hablando de un pecado grueso como el adulterio, fornicación o asesinato; sino también en esas áreas muy personales que Dios se mueve en nuestro corazón como la falta de perdón, la generosidad, mentiras, honestidad, chambre, lujuria, a pasar tiempo a solas con él en tu casa, o el llamado al ministerio que tienes; déjame decirte que HOY HAY GRACIA Y MISERICORDIA PARA AQUEL QUE VIENE AL TRONO DE DIOS A BUSCARLE.
Estoy convencido que Dios se ha estado moviendo en el corazón de todos los aquí presentes en estos meses, ¿Cómo has estado respondiendo al mover de Dios en tu corazón? Hoy te invito, y te reto por que sé muy bien que no es fácil, no se trata de rendir un dulce o $1, sino que es algo mucho más difícil el rendir tu propia voluntad a Dios, y bien sabemos que es lo mejor que podemos hacer, así que vamos, ¡levántate y ven con confianza al trono de la gracia!
No es el trono del remordimiento o la culpa, de la condenación; es de gracia, para todo aquel que le busca; Dios quiere usarte, tiene planes para ti, no te endurezcas otra vez a la voz de Dios hablando a tu corazón.
jueves, 5 de mayo de 2011
Cuando Dios mueve nuestro Corazón – Parte II
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