jueves, 17 de junio de 2010

¿Cuándo Será el Fin del Mundo?

En lo que respecto al fin del mundo son innumerables las expectaciones que han surgido en la mente del hombre. Unos se han ido al extremo de dar fechas exactas aplicables a la segunda venida de Cristo, mientras que hay ciertas persuasiones teológicas que dejan a un lado por completo el concepto escatológico o sea lo pertinente al fin. Hay quienes creen que nunca habrá realmente un fin del mundo, así catastrófico, que deje desolada y destruida la Tierra para siempre - y que la expectación de una nueva tierra y cielos nuevos es sólo un proyección o ilusión del hombre que sueña con la llegada de un paraíso como el de Edén, que compense la imperfección de la actual creación en que vivimos.

Sin embargo nosotros creemos que sí habrá un fin del mundo, que los elementos arderán y que las potencias de los cielos serán conmovidas (2 Pedro 3.10). Ahora bien, ¿que señales hay de que el fin se acerca? Es una pregunta muy difícil de contestar. Tomando en cuenta la complejidad del tema, en el presente estudio nos estaremos limitando a considerar las siguientes nueve cosas que relativamente precederán al fin del mundo. De las nueve hay tres cosas que han de desarrollarse a través de los tiempos en la iglesia antes de la segunda venida de Cristo. Luego hay seis señales directas que estarán cerca del fin o junto al fin mismo.

El Perfeccionamiento del Cuerpo de Cristo

Desde la fundación del cristianismo, la iglesia fue puesta en una trayectoria de desarrollo que había de culminar en su perfección. El Nuevo Testamento describe ciertos elementos de perfeccionamiento que son presentados como la meta de la iglesia. "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4.11-13).

El planteamiento dado aquí por el apóstol Pablo es preocupante, pues no hay iglesia en el mundo que pueda afirmar que haya alcanzado este nivel de perfeccionamiento. En la práctica no hay iglesia que no tenga problemas y tropiezos que impidan ejercer el ministerio a perfección. Pero sobre todo está una meta que es un muy difícil de alcanzar, y que no es dada para sólo una iglesia o algunas, sino para todas sin excepción, la cual consiste en que todas lleguen a la unidad de la fe. Decimos que esto es muy difícil de alcanzar porque en la actualidad hay diversidad en vez de unidad. Hay cientos de denominaciones que difieren en sus credos unas de las otras. Y aunque tienen unas cosas en común, también hay aspectos de enseñanza o doctrina que mantienen divididos a los grupos. Pero el capítulo 6 de Efesios sigue en pie, porque Dios aspira para la iglesia, el cuerpo de Cristo, que alcance la madurez de un Varón perfecto.

La Organización de la Iglesia Según el Patrón Bíblico

En la misma línea que el punto anterior nos encontramos que también hay gran carencia de organización bíblica en las iglesias. En la mayoría de los países del mundo donde hay iglesias de Cristo, la obra se hace según los modelos denominacionales, los cuales difieren de la organización que presenta el Nuevo Testamento. Por ejemplo en los países latinoamericanos las iglesias de Cristo tuvieron su inicio hace relativamente pocos años. Su comienzo puede promediar unos 30 años. Pero vemos que hay poquísimas señas de que las iglesias actuales quieran organizarse bíblicamente, y quien sabe cuántos años tendrán que pasar antes que esta meta se realice. (Por organización bíblica se entiende el patrón presentado en el Nuevo Testamento, que la iglesia cuente con ancianos, diáconos, evangelistas, maestros en las congregaciones locales. En las iglesias evangélicas no hay ni una sola que se ajuste a cabalidad a este modelo.) Más bien parece ser otra de la trayectorias de perfeccionamiento que tiene todavía un largo camino por delante.

El Entendimiento Completo de las Escrituras

Algo más que está aún pendiente en el desarrollo del pensamiento de la iglesia es el entendimiento completo de la palabra de Dios escrita. Después de tantos siglos de exégesis bíblica hay muchas cosas de las Escrituras que no se presentan claras al entendimiento del estudioso de la biblia. Hay pasajes bíblicos que se han interpretado de diversas maneras. Hay doctrinas en pugna con otras doctrinas a raíz de la interpretación que se ha hecho de ciertos textos bíblicos claves. Esto significa que si un día todos tuvieran un igual entendimiento de la Biblia, entonces se acabarían las divisiones en los grupos religiosos y se alcanzaría la unidad de pensamiento teológico. Y esto, pues todavía está muy lejos de la realidad porque los grupos religiosos se aferran a sus propias interpretaciones y no pretenden cooperar para establecer una exégesis universal de las Escrituras.

Además tenemos que hay pasajes de la Biblia que nunca se han descifrado. Por ejemplo están 1 Corintios 15.29; 1 Pedro 3.18-21; 4.6. Las explicaciones que han dado los intérpretes no satisfacen. Siempre quedan interrogantes. Hay quienes descartan la posibilidad de llegar a conocer a fondo de las Escrituras y consideran que los textos que sean difíciles de entender (así como lo de Pablo - 2 Pedro 3.15,16) o que sean oscuros, serán revelados allá en el cielo o en la segunda venida de Cristo. También se puede pensar que los textos que el hombre no entiende están así en la Biblia para mostrar la superioridad de la sabiduría divina. Como quiera que se tome el asunto de entender y explicar de una forma clara la palabra de Dios, queda todavía esa expectación por delante. Falta todavía mucho para que el hombre, el creyente, aun más el devoto, pueda llegar a entender a fondo las Escrituras. Leer para esto Juan 3.7-11; Hechos 5.11-14. Esto a su vez implica que hay todavía una trayectoria muy larga para el hombre por delante, antes del fin. (Este aspecto asume que Dios quiere que el hombre llegue a comprender totalmente su palabra.)

La Salvación de los Judíos

Pasamos ahora a un conjunto de seis señales que se caracterizan por indicar el fin próximo del mundo. A diferencia de las anteriores, que tienen una trayectoria amplia desde el primer siglo, estas últimas se cumplirán al final de la era cristiana.

Romanos 11.26 es un texto muy conocido y utilizado en relación a la salvación futura del pueblo de Israel. Cuando el apóstol Pablo estaba escribiendo en capítulo 11 de Romanos, estaba consciente del endurecimiento de los judíos en cuanto al evangelio. Los judíos habían rechazado a Cristo y por eso habían sido cortados de la presencia de Dios. Y no habrían de ser aceptados nuevamente sino hasta que reconocieran a Jesús como Salvador. "He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor" (Mateo 23.38,39).

El texto citado de Romanos (11.25,26) habla de dos plenitudes futuras, una de los gentiles y otra de los judíos. En realidad ya hubo una "plenitud" de los judíos en el primer siglo, comenzando en Jerusalén (Hechos 2.41). Sin embargo, a medida que las naciones de los gentiles se iban incorporando al movimiento cristiano, los judíos comenzaron a disminuir en número dentro de las filas del cristianismo. La iglesia gentil había de crecer cada vez más a través de los siglos. Y ha de llegar el día cuando el número de gentiles convertidos al cristianismo llegue a completarse (es decir su plenitud), y con este fenómeno la balanza se tornará en favor de los judíos.

Hoy es cierto que hay relativamente pocas conversiones de judíos al cristianismo. En general el mundo judío es apático al evangelio y rechaza el mesianismo del Jesús de Nazaret. Sin embargo llegará el día en que los judíos comenzarán a ingresar en número mayor al cristianismo, hasta que llegue a su vez la plenitud de su número como escogidos (Romanos 11.26). (Hay que recalcar que esta "restauración" de Israel será netamente espiritual - y no como el premilenialismo que insiste en una restauración literal de Israel a Palestina como en el antiguo pacto, con todo y templo y sacerdocio. Jesucristo no pertenece a ningún sacerdocio terrenal como lo fue la orden de Aarón, ni tiene la intención de reinar sobre la tierra en el futuro, ya que su trono está hoy en el cielo (Hebreos 8.1) y reina sobra su reino que es la iglesia.)

Cuando esto ocurra, indudablemente la expansión del evangelio habrá llegado a su plenitud para ambos pueblos, los judíos y los gentiles. Sin embargo sabemos que la plenitud no ha llegado ni siguiera para los gentiles. Pero cuando ésta llegue, entonces entrará la plenitud de los judíos, y por lo tanto ya se podrá hablar del fin de la historia del mundo.

La Predicación del Evangelio a Todo el Mundo

Otro texto clave utilizado como señal definitiva del fin del mundo se encuentra en Mateo 24.14. "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". Tomando en cuenta la situación actual es indudable que esta profecía de Cristo está todavía muy lejos de cumplirse. Alguien dio un dato muy interesante indicando que la Tierra cuenta hoy con cerca de 6,000 millones de habitantes, pero de éstos solamente 1,000 millones saben de Cristo. Y esto es muy desconsolador porque como quiera que se entienda eso que "saben de Cristo" es un porcentaje muy bajo en relación a la población total del mundo. Aun con los super-avanzados medios de comunicación que contamos hoy, Mateo 24.14 está todavía muy lejos de cumplirse. Además, es tanto el crecimiento demográfico de hoy que deja atrás todo esfuerzo de alcanzar efectivamente a toda la humanidad con el evangelio.

La Multiplicación de la Maldad

Jesús también hizo otra predicción con relación al fin del mundo en Mateo 24.37,39. "Mas como en los días de Noé, así será la venida del HIjo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre". Cualquiera podría pensar que es malo comer y casarse porque esto se presenta semejante a la maldad del hombre antes de la destrucción que vino como juicio en el diluvio (Génesis 6.5-7). Esto fue lo que indicó Cristo en forma literal. Sin embargo, como comer y casarse no es malo, a lo que Jesús se estaba refiriendo era el excesivo interés por lo material.

El materialismo ha sido siempre considerado como factor fundamental del derrumbe de la civilización. Y así ocurrirá justo antes del fin. Las gentes estarán tan enfrascadas en las cosas de este mundo que se olvidarán de lo espiritual. No pondrán atención al mensaje del evangelio. Habrán perdido toda sensibilidad espiritual, lo cual no les permitirá darse cuenta de la cercanía del fin. Así les ocurrió a los antiguos. "Y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos". Es indudable que el excesivo materialismo trae consigo la multiplicación de la maldad. Es el embrutecimiento de la humanidad, es hablar también de la caída en los vicios que degradan al hombre hasta lo más bajo. A esto es a lo que se refiere Lucas en capítulo 21.34, dando Jesús una advertencia a los mismos discípulos: "Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez, y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día".

La Manifestación del Anticristo

El texto para esta otra señal que ocurrirá justo antes de la segunda venida de Cristo se encuentra en 2 Tesalonicenses 1.3-8. El contexto de este pasaje se refiere a las expectaciones inadecuadas de los tesalonicenses. Estaban equivocadas porque creían que la segunda venida de Cristo era un evento próximo, inmediato. Sin embargo Pablo refuta tal idea e introduce el tema del Anticristo. Les enseña que Jesús no va a venir sino hasta que se manifieste al mundo ese inicuo, hijo de perdición. Luego el apóstol hace una descripción de este diabólico personaje: "Se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios" (2 Tes. 2.4).

Muchos anticristos han aparecido en el mundo, según lo declara Juan (1 Juan 2.18); sin embargo este último personaje descrito en Tesalonicenses será el peor, y su manifestación será "con gran poder y señales y prodigios mentirosos" (2 Tes. 2.9). Y cuando este maligno personaje haga su manifestación, entonces aparecerá Jesucristo para darle fin, y lo "destruirá con el resplandor de su venida" (2 Tes. 2.8).

Cuando Digan Paz, Vendrá Destrucción

Uno de los acicates de la humanidad ha sido siempre la guerra. La gente se atemoriza con las guerras y los rumores de guerra. El desfallecimiento es aun más grande cuando hay amenazas de un conflicto internacional que pueda desembocar en una guerra mundial. Cuando hay movilización de tropas en muchos países que se aprestan para la guerra, la gente tiende a pensar que se trata de la confrontación final, la destrucción de la Tierra, el fin de todo. Sin embargo Jesucristo advirtió que "oiréis de guerras y rumores de guerras", pero que no se turbaran porque aún no era el fin (Mateo 24.6).

Las guerras sin embargo han acompañado a la humanidad desde el principio. Según un investigador suizo de nombre Jean Jacques, desde hace 5,560 años de historia del hombre ha habido 14,513 guerras, pereciendo en ellas 5,600,000,000 personas. Sólo en la Segunda Guerra Mundial murieron más de 55 millones de hombres. Y en los últimos 45 años ha habido más de 25 millones de muertos, involucrando a media centena de países en conflictos armados.

En la actualidad el número de guerras sigue aumentando en el mundo, y esto es alarmante. Sin embargo, contrario a las expectaciones populares, las guerras (incluyendo una mundial), no son señales inmediatas al fin o sea antes de la segunda venida de Cristo. 1 Tesalonicenses 5.3 es muy claro en esto: "Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina..." Lo que presenta este importante texto es una paradoja. No será cuando haya guerra que vendrá el fin. Será cuando haya "paz" que el día del Señor vendrá, "Así como ladrón en la noche".

Las Potencias de los Cielos Serán Conmovidas

Una señal más queremos añadir para que sean nueve, aunque ésta última realmente estará acompañando a la parusía del Señor. Al terminarse la gran tribulación que llegará antes del fin del mundo, entonces "el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas" (Mateo 24.29,30). Es difícil establecer el sentido (literal o figurado) de este pasaje, sin embargo es importante enfatizar que se refiere a un cataclismo, como lo fue el diluvio. Será un evento sin precedentes en la historia del mundo, que desembocará en la destrucción por fuego de la tierra. "El día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas" (2 Pedro 3.10).

Cuando haya acontecido todo lo que hemos indicado en este estudio, entonces aparecerá en el cielo la "señal" misma del Hijo del Hombre. "Verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria" (Mateo 24.30). El mundo entero desfallecerá ante la aparición del Señor ("lamentarán todas las tribus de la tierra" - Mat.24.30), y ya nada se podrá hacer. El cataclismo final se los llevará como el diluvio se llevó a los antiguos. Sin embargo, para los entendidos, para los creyentes en Cristo Jesús, la advertencia del Señor es que estén alertas a estas señales. Que no desfallezcan sino que se regocijen porque "cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca" (Lucas 21.28).

Llegando a la conclusión hemos visto en el presente estudio que hay varias cosas que han de ocurrir antes del fin del mundo. Hay expectaciones en cuanto al desarrollo de la iglesia que aún están muy lejos de cumplirse. Y aunque nuestro análisis en la primera parte parece apelar a cierto postmilenialismo, tendencia que sustenta la idea que el reino de Dios se cumplirá aquí en la tierra, durante la actual dispensación antes del fin, hay que tomar en cuenta que hemos presentado por lo menos cuatro señales que son más bien juicios que implican destrucción para la tierra, y que la maldad irá aumentando hacia el final. Sin embargo hay que recordar que la Biblia también presenta el aspecto positivo. El mensaje fundamental del Apocalipsis es que la iglesia, el reino, saldrá siempre triunfante a pesar de la maldad. El esplendor de la venida de Cristo disipará toda tiniebla, y entonces, "los justos resplandecerán como el sol" (Mateo 13.43).

Fuente: lavozeterna.org



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