martes, 15 de junio de 2010

Aprendiendo a Superar los Limites!!!

No nos cansemos de hacer el bien.

El cansancio que más afecta a las personas no es el físico, si no el del ánimo. Dios renovará nuestras fuerzas, después de haberlas gastado, y lo que antes nos cansaba se convertirá en placer.

Gálatas 6:7-9: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Cuando uno está cansado, hay que descansar, pero al mismo tiempo, hay que aprender a hacer cosas para minimizar el daño o futuro daño. Pero el cansancio que más afecta a las personas, no es el cansancio físico.

Hubo un predicador muy bueno de apellido Muddi; él decía: “Me he cansado en la obra de Dios, pero jamás me cansaré de la obra de Dios”. Nos podemos cansar por algunas razones, pero no por otras. La Biblia es bella porque considera todo lo que a uno le puede pasar. ¿Cómo se puede cansar uno de hacer el bien? El bien no existe a no ser que alguien lo ejecute, se habrá de manifestar a través de nosotros, al igual que el mal. Hay gente que está cansada de trabajar bien, y hay quienes no se cansan de trabajar pésimo. Hay gente que está cansada de estar en la misma empresa por 15 años, y hay otra que no dura ni quince días. Hay gente que está cansada de hacer el bien, y otra que no se cansa de hacer lo malo, lo incorrecto, de pecar.

¿Por qué nos cansamos de hacer el bien? Sin embargo, si este versículo existe, es porque los que hacemos el bien podemos cansarnos.

Las fuerzas son para gastarlas

1 Pedro 5:10: Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. Las nuevas fuerzas vienen después de padecer y haberte gastado las que tenías; no aparecen hasta que no se justifique que se necesitan. Éstas vienen cuando las que tenías se terminaron; para recibirlas, hay un momento de transición, como cuando no estrenas zapatos hasta que los que tienes están viejos. O cuando le dice al joven “gástate primero lo que te di, y luego te doy más”.

Disfrutemos las bendiciones

El apóstol dijo que no nos cansemos de hacer el bien. Todos nos cansamos, pero el problema es cuando esa actitud de servir a tu familia, a tu prójimo, a tu nación, te llega a cansar tanto que ya no miras las bendiciones que Dios te da. Hay gente que está tan cansada de trabajar que ya ni siquiera disfruta del resultado de su trabajo; hay gente que está tan cansada de sostener a su familia que ya ni siquiera goza a sus hijos que están en casa.



0 comentarios:

Creative Commons License Esta pagina está bajo la licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic License. Si deseas copiar y/o redistribuir algo de este sitio, favor leer las condiciones y respetarlas. Att: Edilzr - www.zonarestringida.net - Luz para el mundo