Fe determinante!!!

Cuando canto, levanto mis ojos al cielo buscando el rostro de aquel que me creo. Cuando danzo, levanto mis manos bien alto intentando tocar el manto de mi Redentor. Cuando escribo poemas, suspiro buscando sentir el latir del corazón de aquel que por mi se entregó.

Cuando reflexiono en las cosas de la vida, muchas veces lloro al recordar los tiempos difíciles, no puedo negarlo… pero luego elevo mi voz en gratitud con una leve sonrisa porque tengo más motivos para reír que para llorar.

Cuando fabrico con mis manos las diminutas obras de pintura que son el don del trabajo que me sustenta, siento las manos de Dios dirigiéndome sobre ellas y en mi permanece la paz de su presencia.

Cuando me miro al espejo, casi, casi me parece ver el rostro del Padre Eterno sonriendo y diciéndome, te amo… por ello sonrío, me conmuevo, tomo un nuevo aíre para continuar adelante y me esmero cada día en verlo cuando estoy frente al espejo, ya que tal vez en el nunca vea mi reflejo.

Nunca le he reprochado a Dios el hecho de haberme enviado sin luz en los ojos, siempre le he agradecido porque me permitió conocer a mi madre por sus consejos y sus regaños, a mi padre por sus abrazos y voces de ánimo, a mis hermanos por sus bromas y respeto, a la que hoy es mi esposa por su entrega y su ternura, a mis hijos por sus cariños y su confianza, a mis amigos por su franqueza y permanencia, las diminutas obras que hago por sus texturas y a El por todo ello, pues en todo y en todos está Dios manifiesto guíandome...

Me he dado cuenta que a diferencia de otros, yo puedo llamar más fácilmente las cosas que no son como si fueran, pues para muchos tener luz en sus ojos es tropiezo, por eso puedo decir hoy “gracias Dios porque en cambio de la luz de mis ojos, me otorgaste mayor luz interna, que me hace alcanzar cada meta, llamada: Fe determinante”.

“La fe determinante es aquella que aferras a tu vida para obrar conforme a ella, sin importar lo que las circunstancias te puedan decir, tomas la decisión de alcanzar tu meta en el área de tu vida que lo necesitas, cuando Dios dijo a Abram: 5 Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Gn. 17, no veía la condición actual de Abram sino lo que llegaría a ser de el si le obedecía y le cambia el nombre indicando cómo lo veía, por eso dice el apóstol Pablo, que Dios llama las cosas que no son como si fuesen: 17 (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. Ro. 4. Nuestro reto es empezar a ver las cosas como serán y trabajar por ello si verdaderamente creemos que así serán en nuestras vidas”.

Fuente: minedificandopiedrasvivas.blogspot.com