viernes, 22 de octubre de 2010

Lo que la religión nunca puede hacer por tí

LC 18.9-14 Por qué odio la religión.

UNA DE LAS PEORES COSAS de este mundo es la religión. La religión llena a la gente de orgullo y malos deseos. La gente mata por culpa de la religión. La gente mató a Jesús por causa de la religión. Y es una pena que muchos cristianos se vuelvan religiosos, porque el cristianismo en su esencia es el mayor enemigo de la religión.

Si lees la vida de Jesús lo verás discutiendo continuamente con los religiosos, con los religiosos acechándole a ver si tenía oportunidad de hacer que Jesús metiera la pata para denunciarle, y hablando con el poder para detenerlo y matarlo. Los religiosos dijeron que Jesús era samaritano, que su padre era el demonio (y que por eso hacía milagros), que su madre era una cualquiera y que era hijo de fornicación, le dijeron que era Nazareo y que de allí no podía salir nada bueno, le acusaron de ser un mal judío y de romper el sábado, le dijeron que era un borracho y comilón, le dijeron que era un mentiroso (“aquel mentiroso” dijo que resucitaría), dijeron que era un amigo de las prostitutas y de los corruptos de la época, y finalmente en el Talmud le acusan de ser hijo de un legionario romano.

A quien dirige Jesús esta parábola: a ·unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros”.

¿Conoces a alguien así?. Todos somos así. Qué fácil es caer en eso. Incluso cuando decimos “sí, conozco a muchos que son así, se creen mejores que los demás por ser religiosos” lo que estamos diciendo “hay gente así, son “ellos”, pero YO no soy así, son ellos, yo soy mejor que esos hipócritas”.

Los dos personajes: Uno es un fariseo, el fariseo es lo mejor que hay en la sociedad, hoy en día sería el equivalente a una monja (¿quien no respeta a una monja?) personas que viven para Dios y para los demás. Un fariseo es a la vez una persona muy religiosa. El otro es un cobrador de impuestos (alguien que recaudaba impuestos para la Roma ocupante, y que de paso aumentaba los impuestos para hacerse rico), el equivalente social es un político corrupto, que se hace rico robando el dinero del pueblo.

Así tenemos a dos personas, un tipo religioso y un político corrupto...

La historia:

Ambos acuden al Templo a orar: es muy interesante cómo la gente se acerca a Dios, porque los motivos varían mucho. Unos se acercan a Dios a pedirle cosas, otros a pedirle perdón, y otros a recordarle a Dios lo buenos que son (estos son los más pelmazos).

Uno está de pie (para que todos lo vean), otro está “lejos”.

Uno le da gracias a Dios por sí mismo, está muy orgulloso y satisfecho de los bueno que es (ora consigo mismo, Dios dejó de oirle en cuanto empezó). El otro está avergonzado de sí mismo y sabe que no es digno.


Por qué la religión es algo dañino.

1. Si obedezco Dios me amará.

La religión enseña una serie de cosas que tienes que hacer, y si las haces Dios te amará, y si no las haces Dios no te amará.

La redención enseña que Dios te ama tanto que envió a Su Hijo a morir por tí en la cruz, y lo hizo cuando tú no estabas en buenos términos con Dios. Dios te ama, y porque Dios te ama tú puedes obedecer y te cambia el corazón, “su benignidad te guía al arrepentimiento”.

Un padre le dice a su hijo: “aquí tienes una lista de cosas que tienes que hacer, si las haces yo seré tu papá y tu serás mi hijo, y si no las haces no te quiero y no seré tu papá”. Eso es lo que hace la religión.

2. La religión enseña que hay dos tipos de personas: los buenos y los malos.

¿Cómo sabes quienes son los buenos?, ¡son los que son como yo!.

El evangelio dice que hay dos tipos de personas, los arrepentidos y los no arrepentidos. Dios mira el mundo y ve dos tipos de personas, gente mala y a Jesús. Si la vida fuera como en las películas del oeste todos tendríamos un sombrero negro, y Jesús tendría un sombrero blanco.

La gente religiosa no es la buena ¡mataron a Jesús!, están en el mismo grupo que todos los demás.

Cómo Jesús trata a la gente: Jesús va a las prostitutas y a los políticos corruptos y les dice “sois pecadores”, y ellos dicen “¡estamos de acuerdo!, ¿nos puedes ayudar?, ¿por qué no vienes a cenar a casa y nos ayudas?”.

Luego Jesús va a los religiosos y les dice lo mismo “sois pecadores”, y ellos dicen “¡y tú tienes un demonio!, el pecador eres tú que te juntas con las prostitutas y los corruptos, hay gente buena y gente mala, tú eres de los malos y te vamos a matar”.

La religión dice que hay gente buena y gente mala.

El evangelio dice que hay gente mala arrepentida y gente mala que no se arrepiente.

3. A la religión le importa lo que haces.


Al evangelio le preocupa lo que Cristo hizo por tí.

La religión se inventa listas de cosas que tienes que hacer, son normas, algunas las han sacado de la Biblia, y otras se las han inventado. Entonces cogen esa lista y se ponen a tachar las cosas que cumplen. Cuantas más cosas tachan de esa lista mejor se sienten y más desprecian a otros.

Jesús fué a la cruz y dijo: “Todo está hecho”, ¡no queda nada más por hacer!, ÉL lo hizo todo para agradar a Dios. No puedes añadir tu lista a lo que Jesús hizo.

A la religión no le preocupa lo que Jesús hizo porque se basa en el esfuerzo humano y en el orgullo. Cada vez que escucho a un falso maestro no menciona nada de lo que Jesús hizo. Nada.

Necesitas entender qué hizo Jesús en la cruz y por qué era necesario que muriera en la cruz. TODOS los seres humanos somos propiedad de Dios ¡le pertenecemos, Él nos hizo!, somos enemigos de Dios, lo somos porque le desobedecemos, le ignoramos, tratamos mal a otros que son su propiedad, tratamos mal este planeta que no es nuestro es su planeta.

Y Dios que es justo y que no pasa por alto los delitos manda a su Hijo, Él mismo viene para que reciba el castigo que nos merecíamos. Jesús es el guardaespaldas que recibe la bala por otro, es la persona que paga tu fianza cuando tú estabas en la cárcel. Es el salvador. Él lo hizo todo. Él es el bueno, y nosotros somos los malos y desobedientes.


4. La religión no te da humildad ni ALEGRÍA.


Como haces listas de cosas, cuando las cumples te vuelves un tonto orgulloso, un arrogante que mira a los demás por encima del hombro. Das gracias a Dios por no ser como los otros.

Pero si eres un religioso honesto verás que no cumples las normas y eso te llevará a la frustración, a la derrota y a la depresión. Y si eres un religioso y no eres honesto dirás “no bebo, no fumo, no engaño a mi mujer, soy un hombre de Dios y voy al Cielo”, pero no, eso es orgullo y el orgullo te impide ir al Cielo.

La religión te lleva al orgullo (¡qué bueno soy!) o a la desesperación (no fuí capaz).

El evangelio te hace humilde: reconozco que soy pecador, que no puedo agradar a Dios, y eso te lleva a la alegría, Dios me ama y envió a Su Hijo por mí, Él es mi Salvador, todo lo que yo no pude hacer Él lo ha hecho, es mi representante ante Dios, y sus méritos son míos, y eso me trae alegría.


“No intentéis venir a Cristo con otra cosa que no sean vuestros pecados, ; no tratéis de acercaros a Él con vuestras oraciones como recomendación”. Sermón : Un llamamiento a los pecadores. Carlos Spurgeon.


Julio Martínez

www.estudio-biblicos.org



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