miércoles, 12 de enero de 2011

Si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres


200 años después de la declaración de independencia de varios países latinoamericanos, se observan diversas luchas de libertad que las personas enfrentan hasta el día de hoy.

La libertad fue el argumento para la independencia de países latinoamericanos que estuvieron sometidos bajo el dominio español durante más de 400 años, éstos últimos fueron quienes desgarraron una por una todas y cada una de nuestras más valiosas joyas, que en este momento están expuestas en museos de Europa o en propiedad de particulares.

La libertad en general es definida por el diccionario de la Real Academia de la Lengua española como: “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”, esta palabra que fue un hito en la revolución francesa, quiere expresar que nadie puede condenar y ni siquiera juzgar a una persona.


A pesar de ser la libertad política la que se celebra en su bicentenario en diferentes países latinoamericanos desde el año 2008, pareciera que esta libertad es la única que gozan las naciones, de hecho la libertad de expresión, de prensa, personal y otras, no se tienen en su plenitud.

En un ejemplo muy claro es que en Colombia en 200 años de vida republicana, solo se han tenido alrededor de 40 años de paz, lo que refleja que el país cafetero ha estado preso de la violencia en 160 años de existencia.
Cristo habló de la libertad y dijo: “Si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres”...

Esta Libertad es la que las personas anhelan obtener a través de sus propias fuerzas, y que gracias a que siempre habrá en la mente del ser humano intereses egoístas e individuales, jamás se alcanzará la Libertad hasta que alguien con amor y sin una pisca de maldad ofrezca el camino a seguir para tenerla.

La libertad que ofrece Dios, es la que no está atada a la lista de reglas que muchos creyentes tienen, y que para ellos determina que tan cerca de Dios estás, que tan espiritual eres, e inclusive que tan cerca de la salvación estás. Y que lo único que logran es coartar esa libertad que Dios nos ofrece.

Esta libertad que Dios nos ofrece es caracterizada por la capacidad de responder por nuestros actos, sin tener un policía o alguien a nuestro lado diciéndonos que es lo que podemos o no hacer, es la capacidad que Dios para decidir por lo mejor, lo que más nos conviene, sin que nadie tenga que juzgar nuestra relación con Dios, nuestra fe a través de lo externo que mostramos a los demás, porque no conocemos todos los detalles, es decir, las intenciones y lo que hay en el corazón, y esto solo lo puede ver sin censura y en todo su esplendor nuestro Dios, y solo las conoce la propia persona.

Hacerse una cirugía plástica, escuchar música secular, ver una película de terror, son preferencias personales que no tienen nada que ver con la eternidad, independientemente que edifiquen, que dejen algo bueno o de enseñanza, es la libertad que Dios nos da para no estar sujetos o subyugados a esa lista de reglas, que lo único que provoca es una fuerte intolerancia hacia los gustos personales.


Sin libertad, las personas solo pueden elegir entre una sola opción, no hay otro camino.

Con Libertad se escoge entre muchos caminos, porque la libertad da luz a la persona, y puede observar todos los detalles y escoger lo mejor, porque no hay presión, y en este sentido alegremente abraza la libertad verdadera, duradera y eterna.

La libertad que da el Hijo no esta atada a las tradiciones humanas, a los conceptos personales, sociales, religiosos o de otra índole, solo está enmarcada bajo la persona que cesó la horrible noche, aquel que es la Libertad sublime, quién derramó las auroras de su invencible luz, y que quiere que la humanidad entera, que entre cadenas gime comprenda sus palabras, porque el que murió en la cruz vino para que todos tengamos Libertad.


El camino a la Libertad solo lo da Dios, es Él el único quién determina los aspectos que hay que tener en cuenta para lograr la Libertad. Lo curioso de todo es que los aspectos que se deben tener en cuenta para la Libertad son los siguientes:

1. La propia estima: si quieres tener libertad, debes formarte una sana autoestima, un concepto de lo que eres, y no ser el espejo de modelos que se equivocan sino de un Dios perfecto y de amor.

2. El sentido de pertenencia: Pertenecer al pueblo de Dios te trae una identidad clara acerca de quién eres para Dios, y te traerá paz y felicidad ante las presiones de los demás.

3. El sentido de valía: Saber que eres útil esto te traerá libertad para no depender de nadie, porque puedes valerte por ti mismo, y no a través de los demás.

Dios no te ofrece una lista de reglas, te dará Libertad para que escojas lo mejor entre muchas opciones, porque Él no te querrá subyugar como la moda, la sociedad o el creyente que se cree espiritual porque tiene una religión de prohibiciones y reglas.

Dios está interesado en tener una relación personal contigo, tú eres libre de escoger qué música escuchar, que películas ver, porque Él está interesado en tu alma, en dónde pasarás tu eternidad, y si vas a la Biblia lo verás.

De todas formas no está de más afirmar que si el Hijo nos liberó, realmente somos libres para determinar nuestras preferencias personales, nadie nos puede juzgar ni aconsejar porque no tienen nada que ver con la eternidad, y por lo tanto Dios no está interesado en las decisiones que tomes al respecto.

Si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres… libres para escoger lo mejor entre varias opciones.

Fuente: zonaj.net



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