lunes, 25 de octubre de 2010

De que sirve ganar el mundo entero y no tener a Cristo!!!


Este es un articulo que encontré en la pagina 20minutos.es, y la verdad me impactó debido a que los niños de hoy en dia especialmente los de personas famosas, los estan integrando en una vida de pura pantalla, y de una fama que muchas veces no deja nada bueno, debido a que tarde o temprano ansiaran llevar una vida comun y corriente y al tener la agenda tan apretada para llenar las satisfaciones de las personas o de sus fans. Ya con esa agenda es imposible tener una vida normal al gusto de ellos mismos y tarde o temprano caen en depresion y en un ego terrible que creen que el mundo gira a su alrededor y los que pagan las consecuencias mas duras son los mismo que desde temprano la enviaron por ese camino o sea sus padres.

Bueno aqui el post...

No debería ser así. Es julio de 2010. Hace calor en Madrid. Jaden, primogénito de Will Smith y Jada Pinkett, 12 años, aprieta los labios y esboza una sonrisa tímida mientras escucha a los fotógrafos gritarle de una manera extraña "¡Lla-den, Lla-den, mira aquí, aquí!". También agitan los brazos nerviosos ("cera, dar cera… pulir cera"). No sabe que significa la palabra 'zera' -¿o es 'sera'?-, pero intuye por los gestos que quieren que recree una de las escenas de artes marciales más populares de la película que está promocionando: Karate Kid. Mira por el rabillo del ojo a un lado. Sus padres –distinguidos, simpáticos, perfectos- vigilan desde unos metros más allá. Cuentan que su chico es "muy concienzudo y trabajador". A sólo un paso, está ella, Willow. La princesa de la casa. 9 años. Relajada. Tan graciosa.

Willow Smith

Todavía ésta aguardará respetuosamente detrás del protagonista del día durante una hilera de disparos. Luego ya, aburrida, irá asomando la cabecita por detrás de su hombro, cada vez más cerca. Entonces dejará primero resbalar la mirada aceitunada y mimosa sobre un grupo de periodistas. Después, mostrará las mejillas recortadas, la risa retozona y luminosa, la cabellera rapada transgresoramente por un extremo sobre el cráneo infantil. Es guapa...

No necesita rebasar la posición de Jaden para que algunos reporteros le pidan que pose en el centro del photocall, ahora ella sola. La pequeña no duda en meter las manos en los bolsillos del pantalón pitillo y flexionar un poco una pierna. Luce un cuerpo estirado y flexible, pintura en el lóbulo de las orejas, botas con tachuelas, enorme medallón, gigante reloj (¿Cartier?) y una cazadora sideral. Los asistentes la miran con regocijo y asombro. No saben si han comprendido bien: ¿ha dicho la cría que es ella quien diseña su propia ropa? Aún no se habrán repuesto de la sorpresa cuando la ven la siguiente semana en las páginas de una prestigiosa revista francesa. En las imágenes, Willow mira hacia el infinito con desgana profesional. Alguien murmura que no le parece adecuado ese estilismo para una niña.

Una aspirante a 'socialité'

Cuando tenía 7 años, hace dos, su padre desveló entre risas que Willow era "una Paris Hilton" en miniatura: "A su hermano le encanta actuar, le basta con saber que ha hecho un buen trabajo. Pero a ella… le gustan los focos y salir en televisión". En aquel tiempo Will Smith la cargaba en los brazos cuando ella se sentía cansada durante las fiestas y los actos públicos. Sin embargo, Willow era capaz de suavizar el gesto de fatiga cuando presentía que los flashes acechaban. Y se recostaba cariñosamente en el regazo de su progenitor, tal vez rivalizando con este por el objetivo, contenta y, quizá, segura de poder ganar esa batalla contra el hombre que ha llegado a ser considerado el actor más poderoso del planeta.

Willow Smith

Ahora la niña, que debutó en 2007 en el cine con un pequeño papel en la película protagonizada por Will Smith I am a legend y que después ha intervenido en otros cuatro filmes, acaba de grabar su primera canción, Whip my hair, y ha sido fichada por el sello de Jay-Z. El clip de su single debut disfruta de la estética rompedora del responsable de los vídeos de Lady Gaga. En él, Willow menea la coleta de pega y las caderas como una veterana del R’n’b.

"Me sorprendió lo madura que es, va a ser una superstar", ha dicho de ella el marido de Beyoncé, que ya la compara con un debutante Michael Jackson. Ella, mientras, atiende con aplomo sus primeras entrevistas: "La letra del tema significa que hay que tener personalidad y mostrarnos tal y como somos sin temer las críticas", explica. Su madre es su principal maestra: "Hay que tener autoconfianza, primero tenemos que amarnos a nosotros mismos para poder amar a los demás”, acostumbra a decir ésta. Willow sigue sus enseñanzas a pie juntillas.

Con las maletas a cuestas

La hija de Will Smith y Jade Pikett se acostumbró desde niña a vivir una gran parte del año en los aeropuertos, siempre de aquí para allá. Al protagonista de El príncipe de Bel Air le gusta viajar con la familia al completo a estrenos, algunos rodajes y promociones.

Willow Smith



Así, Willow reconoce que no siempre ha podido acudir al colegio con regularidad. Las Matemáticas son su asignatura pendiente. Además, sus compañeros de clase no le dejan los problemas . "Todos los niños me odian y me envidian porque falto muchos días al cole", explica, "luego me dicen que la asignatura es fácil, pero a mí no me lo parece". A pesar de sus dificultades con el cálculo, Willow está feliz: "Cuando miro a mi vida, me siento agradecida por cómo me ha bendecido. Recemos por las familias", ha escrito en su cuenta de Twitter.

Oculto



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