viernes, 23 de julio de 2010

Cuando una persona está totalmente bajo control de satanás


Da pena ver, como personas se dejan engañar de tal forma que ya no son ellos mismos, sino el mismo ego satanico.
Estan totalmente sumergidos por el diablo, que ya no les importa como se ven ni como lo ven los demas. Es una sed de ser explicitamente lo que el diablo le ponga en la mente...

Aqui un articulo de 20minutos.es, donde vemos cosas que lo que dan es pena...

«Tu cuerpo es lo único que es tuyo de verdad», comenta Mariona Huertas, directora de Ozono, uno de los gabinetes de piercing más afamados de España. Catalana establecida en Bilbao, Mariona, de aspecto frágil, cubierta de tatuajes y con lóbulos ampliamente distendidos, ha recorrido Europa y América investigando, documentándose y aprendiendo acerca de lo que es la pasión de su vida: modificar y embellecer el cuerpo humano. De pequeña quería ser astronauta, pero ahora cuelga en las paredes de su gabinete 28 diplomas que le habilitan como una de las piercers más técnicas de nuestra geografía. «He dedicado mi vida y treinta años de deuda con el banco», concluye bromeando.

«La voluntad de alterar el cuerpo surge por muchas razones: estética, pertenencia a un grupo social, ansias de experimentar, rebeldía, anomia social, falta de satisfacción personal…», explica desde su consulta londinense la doctora Ana Aguirregabiria, especialista en body modification. «A veces se empieza por unas razones que luego evolucionan, como las personas que han sufrido accidentes o quemaduras o los que han nacido con malformaciones como el paladar deforme».

«La idea de decorarse y pertenecer a un grupo después de un ritual se está extendiendo por la falta de rituales de pertenencia en la sociedad actual». Aguirregabiria se refiere a «rituales establecidos por las distintas religiones que marcan el paso del tiempo con una celebración. En los católicos, los rituales de pasaje tienen lugar por medio del agua en el bautismo, compartir el cuerpo y la sangre en la comunión, rito que determina el uso de razón, el matrimonio... Al perder importancia y hacerse menos visibles los ritos, se incrementa la trascendencia de pertenecer a un grupo con símbolos externos. Un piercing o un implante te sitúa en un grupo diferente, una tribu con la que compartes una serie de valores diferentes: lealtad, comportamiento...».


Sólo hay perversión cuando hay violencia

Hace un par de décadas que tatuajes y piercings se han convertido en cotidianos en discotecas, escuelas, bancos y ministerios: lo mismo que pones chapas y tachuelas a tu chaqueta, tienes pleno derecho a modificar, embellecer, adornar, deformar y experimentar con tu propio cuerpo. Pero mientras los aretes en las orejas e incluso el proverbial diamantito en el ombligo se consideran atractivos y deseables, implantes subcutáneos, lóbulos distendidos y lenguas bífidas siguen asustando al ciudadano de a pie.

Los científicos, al contrario, huyen de toda reprobación y sólo establecen un límite para definir la perversión. El sociólogo inglés Jeffrey Weeks asegura que sólo hay perversión cuando algo se ejerce con violencia impuesta contra otro. «Piercings, tatuajes o implantes no indican desajuste psicológico», confirma la doctora Aguirregabiria. Sólo «implican la pertenencia a una tribu o grupo psicosocial específico» y, a veces, «la intención de llamar la atención hacia maneras de vivir alternativas, fuera de la norma».

Empeñado en popularizar estas prácticas desde hace cuatro décadas, el estadounidense Jim Ward, considerado el abuelo del piercing contemporáneo, fundó en 1975 Gauntlet, el primer gabinete profesional de la especialidad, convertido luego en academia y modelo a seguir. «Me ha servido para ganarme la vida y para dar a conocer al mundo las maravillas del piercing», declara en sus notas autobiográficas. Ward había descubierto el piercing dentro de la comunidad gay neoyorquina, entre motos, sexo y cuero negro, en una época en la que todos estos temas eran algo más que tabú. Hablamos de los años 60, cuando taladrarse pezones y orejas era impensable, propio de marineros e indígenas de la Polinesia. Ward tuvo que inventarse él mismo y descubrir las técnicas más efectivas, hoy copiadas en todo el mundo.

En 1998, Mariona, harta de dar vueltas a su limitada habilidad de autodidacta, se trasladó a Los Ángeles a estudiar un curso de Ward. Allí aprendió mucho, trabó amistad con el director y aprendió uno de sus eslóganes: técnica moderna, alma primitiva. «Jim fue el inventor del concepto modern primitive», explica la catalana. «El body piercing es una tradición milenaria pero continuamente surgen técnicas y materiales nuevos. Los rastros prehistóricos más antiguos encontrados en Europa, en Austria y Suiza, tienen 5.300 años comprobados tras la prueba del carbono 14, y ya muestran joyería de dilatación y tatuajes».

Mariona cita de memoria dos versículos de la Biblia en los que se habla de piercing y tatuajes: Génesis 24:47 y Levítico 18:28 y es un verdadero río de anécdotas y conocimientos interesantes. El piercing en la lengua, tan de moda entre gente que ni sabe lo que significa, tiene un origen ritual, explica. «En las culturas precolombinas se atravesaba la lengua para que la sangre cayese sobre la tierra y brotase el maíz». Las primeras que lo adoptaron en los tiempos modernos, prosigue Mariona, fueron las prostitutas de Los Ángeles, según las investigaciones de Elayne Angel, también alumna de Gauntlet y responsable de popularizar esta modalidad.

Hombre Lagarto, Carnal Art...

Steve Haworth es otro de sus maestros. Considerado el padre del moderno body piercing, «su familia fabricaba material quirúrgico y él, que era un poco más freak, recondujo el negocio hacia el body piercing», dice su alumna. Es un norteamericano tan alto como hábil que ha convertido en realidad los sueños y las manías de casi todas las estrellas del body art más alternativo y es el protagonista del impactante documental Flesh and Blood, del director Larry Silverman, cuyas cámaras siguieron la actividad de Haworth durante cinco años.

«No es que haya rechazado el aspecto y la forma de vida convencionales, es más bien que he buscado mi propio camino», dice el Hombre Lagarto, The Lizard Man, paciente de Haworth y una de las grandes estrellas de la modificación corporal: casi 700 horas de tatuaje, lóbulos distendidos hasta un diámetro de dos pulgadas, el tabique nasal taladrado más de un centímetro, cinco implantes subcutáneos sobre cada ceja, cinco dientes delanteros afilados en punta y la lengua partida en dos han convertido en un ser único a Erick Sprague, estudiante de doctorado en Filosofía de la Universidad de Albany, Nueva York. Ahora Erick se dedica al mundo del espectáculo y a su grupo de rock, Lizard Skinard, tiene su propio festival de música extrema y vive en Austin-Texas, con su mujer y sus hurones.

«Mis preferencias en relación a mis modificaciones corporales y mi carrera en el espectáculo deben ser entendidas como mi búsqueda personal de lo que me hace feliz, lo que pasa es que son cosas un poco diferentes de las de la mayoría de gente. Mi objetivo es mi trabajo como artista y entretenedor», explica. La elección de Erick de cambiar su físico obedece únicamente a sus inquietudes artísticas, pero el Hombre Lagarto es crítico con los convencionalismos: «Mucha gente con formas de vida más convencionales parece que deja a los demás, incluso a la sociedad, decidir por ellos y no se preocupa de buscar opciones fuera de lo comúnmente aceptado».

La concepción del cuerpo humano como obra de arte en sí mismo frente a la mera representación tradicional procede de los años sesenta. La francesa Orlan ha definido su Carnal Art como «autorretrato en el sentido tradicional pero llevado a cabo a través de las posibilidades tecnológicas». Sus fotos antes, durante y después de sus innumerables operaciones de cirugía plástica han dado varias veces la vuelta al mundo llenando de escalofríos a los pusilánimes y de ideas contrapuestas a filósofos, críticos y pensadores. Justo lo que pretendía la artista: «El cuerpo modificado se ha convertido en un lugar de debate público».

Orlan enfrenta su Carnal Art a los estándares establecidos: se opone a las convenciones que constriñen al cuerpo humano y la obra de arte, explica en su manifiesto. El australiano de origen griego Stelarc es otro artista conceptual y performer que se ha implantando una oreja en el antebrazo, literalmente por amor al arte.

Genesis Breyer P-Orridge, conocido en el mundo del rock como frontman de los radicales Throbbing Gristle y Psychic TV, es artista conceptual y provocador profesional. Cuando conoció a su segunda esposa, Jayne Breyer, Genesis —cuyo verdadero nombre es un vulgar y corriente Neil— quiso fusionarse en un solo ser con ella y entró en el quirófano para implantarse pómulos y afinar su nariz con objeto de parecerse lo más posible a su amor. Decoloración y planchado del cabello y, como cualquier starlette televisiva, implantes de pecho vinieron a continuación. La idea era la creación de un nuevo género: la pandroginia. «Una vez superamos la idea de que el cuerpo humano es un fruto acabado de la evolución, las posibilidades acerca de qué podemos llegar a ser son maravillosas».

Pete Burns: de cantante pop a estrella de ‘realities’

Musculoso, pomuloso y vestido de modo tan sexy como extravagante, Pete Burns es una estrella pop y una celebridad televisiva en el Reino Unido, su país de origen. Y también una muestra viviente de lo que la cirugía estética puede llegar a conseguir. Líder de Dead or Alive y competidor de Boy George, Marilyn Manson, Grace Jones y Annie Lennox en la moda andrógina de los años ochenta, ha conseguido superar todos los estereotipos y papeles que la sociedad y la naturaleza imponen a la persona: ni hombre ni mujer, ni guapo ni feo… Aunque eso sí, más listo que tonto: su inusual aspecto le ha convertido en asiduo de tertulias y realities televisivos, lo mismo que su mordacidad y sus problemas con el quirófano. La foto de sus implantes labiales rezumando pus circula por internet desde hace tiempo.

NO quise seguir posteando de este tema, porque la verdad es que da pena ver personas que se dejan inducir y dejan total control de su vida en las manos del diablo.
Si quieres mas informacion de este tema dale CLIC AQUI



2 comentarios:

Anónimo dijo...

q mamada eso del diablo.....
es como si dijera q tu pendejismo es culpa de Dios.

Edilzr dijo...

Gracias por tu comentario, y que mi poderoso Dios Jesucristo te bendiga y te de a entender que necesitas arrepentirte y convertirte si quieres una vida mejor que la que llevas!!!

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