No todos habrián tenido la misma suerte, pero Nicholas Holderman quien es un niño de 20 meses estadounidense que, jugando en su casa, cayó encima de las llaves de sus padres clavándose una de ellas por el globo ocular, tal y como se aprecia en los rayos X.
Trasladado en helicóptero al hospital, le retiraron la llave. Descubrieron que no tenía afectado el cerebro, ni tampoco la visión, gracias a Dios.
fuente: mundoextra.com
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